Este miércoles, más de 300 representantes de unas 150 petroleras y empresas asociadas al sector energético, se encuentran abordando en un foro de negocios en La Habana, el potencial de inversión en Cuba, donde urge incrementar la producción de crudo y gas, destinados en su mayoría para la generación de electricidad y la reducción de la dependencia de Venezuela.
Auspiciada por la estatal Unión Cuba-Petróleo (Cupet), que controla el sector en la Isla, “Cuba Energy, Oil and Gas” hasta el próximo viernes, se darán cita ejecutivos de la canadiense Sherrit, la española Repsol, Coco México, la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) y la australiana Melbana Energy, entre otros.
Según el consejero delegado de Melbana Energy, Peter Stickland, el “potencial” para invertir en la Isla, país donde su compañía desarrolla un proyecto en la costa norte, “pasará en los próximos meses de la fase de estudios geofísicos a una segunda etapa de exploración”.
“Somos muy optimistas. Esperamos que para mediados de 2018 estemos perforando”, señaló Stickland sobre las “altas probabilidades de éxito” de los trabajos en el llamado bloque 9, ubicado al este del balneario de Varadero, a unos 150 kilómetros de La Habana, indicó EFE.
Además esta conferencia incluirá visitas a las zonas de extracción en la bahía de Matanzas, donde 79 de los los 90 pozos de petróleo han reiniciado operaciones tras el paso del poderoso huracán Irma, que golpeó fuertemente el litoral norte del país entre el 8 y el 10 de septiembre pasados.
Este evento se produce en un momento donde el régimen de la isla intenta relanzar sus proyectos de prospección petrolera, tanto en aguas profundas como someras, con la ayuda del capital extranjero, para reducir su dependencia energética del exterior, de casi 50%, y en medio de la recesión que atraviesa la Isla.
A principios de julio, los diputados de la Asamblea Nacional cubana se refirieron a los problemas en el uso racional del combustible, como una “asignatura pendiente todavía en empresas y unidades presupuestadas”. Sobre este tópico, en pasados días las autoridades sostuvieron su interés en controlar el combustible estatal para evitar los desvíos al mercado negro.
Cuba continúa en una crisis de combustible. Durante el primer semestre de 2017, los envíos de crudo y combustibles de Venezuela al Gobierno cubano cayeron casi un 13%, descenso que se produce desde 2008, año en el que alcanzaron un pico de 115.000 bpd, debido sobre todo a un declive en las exportaciones de crudo y al mal estado de las refinerías venezolanas.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE
