Yaremis Buqueriget Socías, reportera de la agencia audiovisual independiente Palenque Visión e Isael Poveda Silva, el coordinador general de la Alianza Democrática Oriental, fueron liberados el pasado sábado luego de ser detenidos dos días antes, por la Seguridad del Estado en Guantánamo, cuando regresaban de realizar un curso en Trinidad y Tobago.
A la periodista la liberaron con “acta de advertencia” y al activista opositor con una acusación de “usurpación de funciones, difusión de noticias falsas, asociación con elementos antisociales”. Buqueriget detalló a Diario de Cuba, que mientras estuvo detenida un oficial la amenazo con quitarle a sus hijos.
Amenazaron con investigar a mi familia, con denunciarme ante el Departamento de Atención a Menores para quitarme a mis hijos y por último me dijeron que yo estaba haciendo ese trabajo porque ellos me permitían, porque desde hace tiempo, si ellos querían, yo estuviera presa
La reportera de Palenque Visión declaró que en el segundo día de detención alrededor de las 11.00 de la mañana la llevaron a un cuarto de interrogación y le preguntaron el motivo de su viaje, quienes habían asistido, con quien se había reunido y que les habían dado.
Una pregunta en la que insistieron fue en cuál de esas personas que impartían el curso había sido funcionario en una embajada en Cuba. De los profesores, nacionalidad, nombres o alias, de dónde conocía a la otra pareja detenida y de quiénes eran las cosas que traían
A la periodista durante la detención le quitaron dos memoria de datos de 16 Gb, revistas, un manual del teléfono, 1.000 pesos moneda nacional, 15 dólares y 30 centavos en la moneda de Trinidad y Tobago, un documento con direcciones personales de correo y redes sociales, cartera, carné y pasaporte. De los que solo le devolvieron la cartera, el carné, la revista, el pasaporte y el manual del teléfono.
Una de las cosas que recordó Buqueriget del interrogatorio es, cuando el oficial de la Seguridad del Estado le dijo que su propósito no era acabar con ella.
Me dijo que el propósito de ellos no es acabar conmigo, sino que querían que yo me dejara ayudar y que los ayudara a ellos, o sea, que siguiera trabajando con Rolando Rodríguez Lobaina y que les diera información, a lo que le dije rotundamente que no. Así concluyó la charla
“Como de costumbre”, le levantaron un acta de advertencia y la liberaron alrededor de las 8:00 de la noche del sábado sin dinero y con cuatro paquetes de viaje, luego de 52 horas en inanición.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Diario de Cuba
