El cierre de las puertas de la Panadería-Dulcería Rescate de Sanguily, ubicada en Arrojo Naranjo, dejó sin empleo al menos a treinta panaderos, luego de que la empresa estatal decidiera cerrar sus labores de repostería y elaboración de panes, presuntamente por motivos del huracán Irma, según reseña el portal Diario de Cuba.
El pasado 16 de septiembre, la panadería concluyó la producción de panes y dulces, por aparentemente haberse quedado sin parte de su techo, luego del azote de los vientos del ciclón. En su mayoría, los treinta trabajadores que laboraban en el inmueble, continúan esperando ser reubicados en otras panaderías, sin embargo no saben para cuándo será.
La Empresa Pan y Dulces de Comercio Minorista, empleadora de los trabajadores, no les ha dado una explicación de qué pasará con ellos. “Cerraron la panadería muchos días después del huracán, pero ya antes trabajábamos con problemas en el techo. Luego de Irma seguimos trabajando así más de una semana”, comentó uno de los panaderos bajo condición de anonimato.
Hace más de 20 años se realizó la construcción de este centro, que produciría más de 9 mil panes diarios, dulces, paquetes de galletas y palitroques. Suministraba el producto a cuatro paneras extras, más la venta que realizaban en la instalación.
De momento, Rescate de Sanguily ha quedado para la venta de pan de la cuota, que es traído de otras panaderías.
“Nos dijeron que a principios de octubre verían que hacen con nosotros. Pienso que nos reubiquen en otras panaderías, pero todas aquí en Arroyo están llenas”, comentó otro de los panaderos afectados.
Esta panadería se hacía cargo de la cuota de un pan diario a residentes del reparto Víbora Park y El Moro, ambos de extensa población. Ahora el pan lo están haciendo en las panaderías de La Lira, La Popular y Brasilia, todas del mismo municipio Arroyo Naranjo, reseña DDC.
“Ya esto está vacío. Se llevaron las máquinas chinas, que las habían cambiado hace unos meses. Solo quedan dos hornos que se los llevan en estos días”, comentó un maestro panadero que también se encuentra sin ubicación laboral.
“Estábamos haciendo más de 300 latas de pan diario. Teníamos cuatro paneras que suministrábamos, más la venta de la panadería”, acotó.
“Los únicos que siguen trabajando son las dependientas, vendiendo el pan de cuota, y dos maestros panaderos que se turnan para recibir el pan de las otras panaderías”, concluyó.
Redacción Cubanos por el Mundo