Por dar positivo en un control antidopaje del cubano Luis Ortiz, su pelea con Deontay Wilder quedó cancelada, pero el campeón seguirá con sus planes y peleará el 4 de noviembre, ahora ante Bermane Stiverne.
Se supo que el resultado en la prueba antidopaje dio positivo por un medicamento que el cubano está tomando para un tratamiento de la presión arterial que los entrenadores no habían notificado.
Lo de Luis con la presión alta es algo esporádico, que se ha presentado en ocasiones”, comentó Jay Jiménez, mánager de Ortiz. Él a veces toma el medicamento, otras no, pero aquí el Consejo ha visto que no ha habido intenciones de dopaje ni de mal proceder. Solo existe la preocupación por su salud
Durante la sesión matutina en el cuarto día de actividades de la 55 Convención Anual del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el presidente del organismo, Mauricio Sulaimán, confirmó la cancelación de la pelea.
Se llegó a la resolución de Ortiz que no podrá competir por el título del CMB, se ha notificado a las partes de la situación y el CMB ha ordenado y recibido la confirmación de que Wilder defenderá con Stiverne, en el Barclays Center de Nueva York
Tras la cancelación de la pelea, Sulaimán Saldívar dejó en claro que se dará seguimiento a la situación del cubano, de quien esperan pueda disputar pronto el cetro mundial “verde y oro” de la máxima división.
Se supo que el cubano no recibirá alguna sanción por parte del Consejo Mundial del Boxeo y podrá continuar su carrera, si cumple un protocolo médico establecido por ese organismo
Esta será la segunda vez que se enfrenten ambos pugilistas, luego del enfrentamiento del 17 de enero de 2015, cuando “The Bronze Bomber” destronó al haitiano al superarlo por decisión unánime.
Wilder, quien tiene récord de 38-0, 37 por la vía del nocaut, sólo ha completado toda la ruta con su rival del 4 de noviembre (25-2-1, 21 KOs), quien volverá a la actividad prácticamente dos años después de su última pelea.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Agencias