El régimen anda temeroso. El exceso de policías en las calles así lo indica, luego de que se generaran varios focos de protestas en distintas ciudades que fueron azotadas por el huracán Irma y que se vieron signadas por el desabastecimiento de alimentos, agua y otros productos necesarios, informa el portal Martí Noticias.
De acuerdo con los entrevistados, la presencia de uniformados y tropas especiales en provincias cómo Ciego de Ávila, Villa Clara y La Habana, es para evitar que se produzco otro “Maleconazo“.
El periodista independiente Pablo Morales así lo afirma, además expresa que con esto el régimen pretende “intimidar” al pueblo.
“Lo que buscan es intimidar al pueblo para que no se subleve, porque tienen el temor de que pueda darse otro Maleconazo”
Nilo Alejandro Gutiérrez, un comunicador residente en Morón, asegura que la ciudad parecer estar “sitiada” por los llamados “boinas negras”, el grupo de fuerzas especiales del régimen cubano.
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“parece que está sitiada, porque hay boinas negras, boinas rojas, jóvenes del servicio militar y de las FAR recorriendo las calles y custodiando las tiendas”
Al parecer, las tiendas y otros locales comerciales están bajo estricta vigilancia para evitar que sean saqueados ante el desespero de algunos barrios que no consiguen alimentos.
Hace pocas semanas, Morón fue escenario de protestas de ciudadanos inconformes con la falta de respuesta del régimen ante los problemas que enfrentan tras el paso del ciclón, precisó Gutiérrez.
Más policías, menos seguridad
En Caibarién, en la costa norte de Villa Clara, otra de las localidades afectadas por el huracán, la presencia policial “ya era evidente desde hacía tiempo”, subrayó Amador Blanco, vecino de esa localidad.
“Al principio planteaban que los habían enviado para evitar el raterismo, sin embargo en las últimas semanas hemos notado que hay más de ellos y se nos aparecen en todas partes”, agregó
Por su parte, la disidente cubana Martha Beatriz Roque, residente en la capital, señaló que la excesiva presencia de militares en las calles obedece a que el régimen está “altamente preocupado” porque en la isla “todo está mal: la salud, la educación, el transporte, la vivienda”, concluyó.
El Maleconazo
El Maleconazo es el nombre que recibieron una serie de manifestaciones contra el régimen cubano ocurridas el 5 de agosto de 1994, consideradas una de las más prominentes desde el inicio de la mal llamada “Revolución”.
Los incidentes se originaron tras la intercepción por parte de las autoridades cubanas de cuatro embarcaciones que navegaban hacia la costa de Estados Unidos sin autorización.
Cientos de personas se congregaron en el Malecón de La Habana, enfrentándose con palos y piedras a la policía, saqueando comercios y rompiendo escaparates, a la vez que lanzaban consignas contra el dictador Fidel Castro y el sistema socialista, en el poder desde 1959.1
Los disturbios se prolongaron durante varias horas y se extendieron hacia los barrios céntricos de la capital, como La Habana Vieja4 que estaban repletos de turistas. La acción de la policía, que detuvo alrededor de 100 personas, logró restituir el orden durante la tarde. No se registraron víctimas mortales, aunque sí varios heridos, la mayoría con contusiones leves.
El día 6 de agosto, Fidel Castro se trasladó hasta la zona de los disturbios y pronunció un discurso donde llamó a la gente a “ganar la calle y derrotar a los apátridas”. A su vez, acusó a los Estados Unidos de intentar “provocar un baño de sangre”.
Redacción Cubanos por el Mundo
