Las protestas por diversos motivos y la creciente persecución oficial evidencian un descontento popular en Cuba. Los cubanos parecen estar cansados de los pesares de la dictadura, profundizados por el impacto del huracán Irma el mes pasado. Este malestar se ha expresado en protestas que despertaron los temores oficiales y empeorado las medidas represivas a los opositores.
Escasez, escombros, falta de agua, fallas en la electricidad, miseria en aumento, falta de respuestas a sus problemas, son el pan de cada día entre miles de cubanos, quienes, atormentados por las necesidades, levanta sus voces cada vez más alto.
Ernesto Pérez Chang, en su artículo para Cubanet, asegura que recientemente se observan una serie de protestas en la isla, que responden a necesidades específicas y que han logrado ejercer presión a los organismos del estado para acelerar las soluciones. Hasta ahí han llegado por ahora, pero pareciera que hay un despertar.
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“Restablecidos los servicios básicos, la mayoría de los indignados ha regresado a los hogares sin pensar en lo que pudieron haber sido como grupo de presión o en que tal vez hubieran podido lograr algo más que calmar la sed y encender los ventiladores”.
Este malestar viene agravado desde hace meses por la crisis económica de la isla, afectada por las bajas financieras de su país aliado Venezuela. A todo esto se suma el paso implacable de Irma el mes pasado.
Verónica Vega, analista que escribe para Diario de Cuba, critica la única respuesta rápida dada por el Régimen a los cubanos durante las recientes protestas: represión.
“La reacción gubernamental al desastre y a la moral caída de la población, aparte de la invasión mediática sobre la rapidez de las restauraciones, fueron jeeps llenos de boinas negras. La respuesta al infortunio es más control, más rigidez, más ortopedia”.
Vega asegura que el despliegue militar bajo la máxima de que buscan frenar saqueos, es un pretexto para controlar a la masa, que ha comenzado a explotar.
“Siembran más amenazas que el huracán y nos recuerdan que sobre nosotros, siempre gravita una guerra”.
Opositores en la mira
Ernesto Pérez Chang señala que el aumento de las revueltas exigiendo restitución de servicios, agua o comida han repercutido en la creciente represión a movimientos y particulares relacionados a la oposición.
“La represión contra aquellas figuras visibles que usan los muros para criticar o “calentar” la situación ha ido en aumento. Se ha desatado una verdadera cacería contra aquellos que son calificados como “vándalos” tan solo por dibujar o escribir en los muros algo diferente a la propaganda oficialista”.
Redacción por Cubanos Por El Mundo