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Entre escombros siguen viviendo algunos cubanos tras paso de Irma hace un mes

Damnificada cubana
Damnificada cubana / Foto: Captura

Una cocinita a 10 CUC o un colchón a 500 pesos, no son sino las migajas que el Régimen cubano entregó, a cuenta gotas, a las familias damnificadas en la isla tras el paso del huracán Irma hace un mes.

Algunos siguen viviendo sin paredes, sin techos, sin camas, a la buena de Dios. Lo poco que se les facilita, se lo cobran y se lo limitan.

En un callejón residencial donde hay unos 16 cuartos, en una localidad muy pobre, sólo les vendieron tres colchones. Según indicaron los afectados, fueron vendidos “de a uno por núcleo familiar”.

Una vecina, molesta, denunció a Martí Noticias que ninguna autoridad se ha hecho presente en su situación, que ya lleva un mes igual.

“Aquí no han venido a mirar nada por la afectación que ha habido por Irma. Nos vendieron colchones a 500 pesos pero incluso vendidos no te los dan, en este pasillo que hay 15 o 16 cuartos sólo dieron tres, cuando han debido dar al menos uno por cuarto”.

Hasta para acceder a los insumos vendidos por el Régimen deben superar trabas y restricciones, pese a su condición de damnificados.

“A mi esposo el colchón nunca se lo marcaron en la lista de las cosas que le iban a vender. Pudo sacar la cocina, las toallas y unas sabanas, el colchón no”, contó una mujer con su hijo en brazos y, de fondo, el esqueleto de su anterior colchón, destruido durante las inundaciones.

Otro cubano, expresó sus interrogantes entre paredes a medias, una nevera descompuesta y un techo evidentemente desgastado.

“Yo creo que si un país te regala esos productos porque tienen que venderlos al pueblo. Lo que dieron en venta fue una cocina, una cafetera, una sabana, dos toallas y un colchón”.

En la televisión cubana se observan enormes aviones que traen consigo grandes cantidades de alimentos y otros productos, pero en las calles destruidas de La Habana y otros lugares azotados por el fenómeno, la realidad es que nada de esto llega a sus manos.

Ni esperanza de reparaciones

Ante la destrucción que se aprecia dentro y fuera de las viviendas, los habitantes aseguran que no se les ha ofrecido ninguna opción que les permita, aunque sea soñar, con las reparaciones.

“El delegado pasa por cumplir su papel pero eso no significa nada. Estamos igual”.

La mayoría de los afectados coinciden al pensar que ante la falta de donativos gubernamentales, los precios ofrecidos en los productos de primera necesidad deben ser más bajos, tomando en cuenta que existe una crisis generada por los daños del huracán Irma a las familias, que aduras penas tienen dinero para alimentarse.

Redacción Cubanos Por El Mundo

Written by María Fernanda Muñóz

Periodista venezolana. ¿La mejor arma? Humanidad. Pasión se escribe con P de periodismo

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