Los muros ya están hechos e instalados en la frontera entre Estados Unidos y México, para ser evaluados durante dos meses y determinar cuál de ellos podría ampliarse por todo lo ancho y largo del sendero. Así lo informó este miércoles la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) del país estadounidense.
Carlos Díaz, representante de esta oficina reveló a la agencia de noticias EFE que “la Patrulla Fronteriza y otro número de organizaciones van a estar probando si estas paredes funcionan, usando herramientas y otro tipo de aditamentos para ver si pueden vencer las características que tiene esta frontera”.
La construcción de estos muros comenzó el martes en el área de Otay Mesa, en California, a cargo de las seis compañías seleccionadas en el proceso de licitación.
Las firmas deberán construir cuatro prototipos de cemento y otros cuatro de otros materiales, desde el martes 30 días para levantar sus modelos de muro, cuyos prototipos son trabajados en una zona muy vigilada por las fuerzas del orden, en espacios de 60 por 60 pies (18 × 18 metros) y a escasos metros de la ya existente valla fronteriza con México.
Entre las características que debe tener el muro, además de tener una altura de entre 18 y 30 pies (5,5 y 9,1 metros), es que se pueda ver de un lado al otro de la frontera y que sea construido de tal forma que no se pueda “cavar por debajo”, detalló el portavoz de la agencia federal.
Las autoridades son conscientes de que un nuevo muro por sí sólo no frenará la inmigración de indocumentados, sino “una combinación de recursos, tecnología, la pared y los agentes, que son los que a final de cuentas hacen los arrestos y hacen su trabajo para proteger la frontera”, señaló Díaz.
Redacción Cubanos Por el Mundo
