En la Cuba de hoy, los sueños, sueños son. Y hacerlos realidad, es cada vez más cuesta arriba. Ante las cámaras de Martí Noticias, jóvenes cubanos conversaron sobre una realidad que se repite en varios hogares de la isla: forzosa superación.
Estudiar una carrera universitaria, traería consigo un mejoramiento personal y de la familia. Por lo menos así lo establece la analogía de quien busca superar metas en su vida y alcanzar sueños trazados.
La formación educativa, aunque logra realizarse en la isla, deja en jaque a los egresados, quienes a pesar de formarse y capacitarse en distintas áreas, terminan desempeñándose en cualquier oficio que les permita “un poco más que comer”.
“Vengo de una familia humilde y pensaba que estudiar y ser un universitario, mejoraría mi vida. Y eso fue lo que hice y me di cuenta que lo que hacía no era suficiente para superarme, para resolver mis problemas” comenta uno de los entrevistados.
La elección de la carrera a ejercer también resulta un obstáculo frecuente. “Uno se pasa todo un año estudiando y luego así de fácil se lo dan a otros alumnos” argumenta otro.
“Cuando estaba en secundaria, que llegó la hora de escoger la carrera, en mi aula estaba un sobrino de la presidenta del Consejo de Poder Popular, que no tenía tan buenas notas para obtener la carrera que obtuvo y quien la merecía no la pudo obtener” comentó una de las encuestadas.
El salario promedio en Cuba, ronda los 30 dólares al mes, cifra que no permite cubrir las necesidades básicas y además superarse a nivel familiar, por lo que la gran mayoría de cubanos, aunque estén capacitados en distintas áreas, se dedican a otros oficios, con tal de sobrevivir.
Redacción Cubanos por el Mundo