De todas las palabras pronunciadas por el expresidente John Fitzgerald Kennedy hace 55 años, el mundo recuerda una: nuclear. Se recuerda así el aniversario de aquel discurso emitido por radio y televisión que mantuvo paralizado a un país entero y que evitó un desastre nuclear, según EFE.
Esas palabras estuvieron inmersas en la “crisis de los misiles entre Cuba y Estados Unidos”. Cada vocablo intentaba evitar un posible holocausto nuclear que hubiera convertido, según dijo el presidente, “el fruto de cualquier victoria en ceniza en nuestras bocas”.
El escenario era siguiente: El 14 de octubre de 1962 “fotografías tomadas por aviones U2 del servicio de inteligencia estadounidense revelaban la presencia de 8 lanzaderas y 16 misiles de medio alcance en la región occidental de la isla”.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA), en un informe ya desclasificado, informaba que:
“Era evidente que estas armas estratégicas, que eran fiables y modernas, estaban destinadas a ser manejadas por la Unión Soviética y no para ser transferidas a Cuba”
Erin Mahan, historiadora jefe de la Oficina del Departamento de Defensa, señaló a EFE que:
“La actitud del presidente fue fundamental para desactivar la crisis. Kennedy buscó evitar cualquier intercambio nuclear, ya fuera voluntario o accidental”
Las palabras que en ese momento dijo Kenneddy sumaron dos mil 434. Las pronunció ignorando que cambiarían el curso de la historia.
“Buenas tardes conciudadanos. Este Gobierno, tal y como prometió, ha mantenido una férrea vigilancia sobre las operaciones del Ejército soviético en la Isla de Cuba”
Bombardeo sobre Cuba
Una tragedia se aproximaba sobre la isla caribeña y un experimentado Kennedy lo supo evitar. Además del discurso honesto con el que se ganó la confianza del pueblo norteamericano, creó un grupo de trabajo formado por asesores de su confianza, “la mayoría pertenecía al Consejo de Seguridad Nacional”.
La primera acción del grupo fue abogar “por hacer oídos sordos a los responsables del Estado Mayor, que apostaban por un ataque aéreo sobre Cuba”.
Medió además para abrir una negociación con el Kremlin a través de canales no tradicionales al tiempo que se implantaba un bloqueo sobre la isla par evitar la llegada de nuevas armas, de acuerdo a la agencia de información.
Al final, Nortemárica accedió a retirar los misiles y se comprometió a respetar la isla.
Con información de EFE.