El comercio en Cuba está afectado por la falta de vásculas, así lo denuncian los cuentapropistas de la isla y los usuarios afectados por los malos pesajes. La falta de venta de estos instrumentos sumado a la falta de supervisión gubernamental, permite que sean alterados por comerciantes para obtener mayores ganancias, violando las normas y afectando a los consumidores.
Roberto Boris Rubio, metrólogo y reparador de pesas, aseguró que es necesario informar a la gente de las regulaciones que establece la ley.
“A parte del descontrol que hay es necesario hacer un trabajo para hacerle saber a esas personas que es lo que dice la ley, porque no saben, cualquiera coge una pesa y sale a la calle a vender y eso no puede ser”.
El metrólogo asegura que los mismos inspectores no tienen conocimiento ni le saben decir cuáles son las normas que regulan el manejo de las pesas. Según el decreto 183 y 281 de la Metrología las sanciones por trabajar con pesas no aptas van de 32 hasta 40 pesos convertibles.
“Se están usando una cantidad de instrumentos criollos hechos por una persona, por ellos mismos y que no se pueden certificar porque no cumplen con la ley y andan muchos trabajando así”.
La falta de expendios de estos equipos dificultad que los cuentapropistas puedan sustituir los que poseen, la mayoría de mucha antigúedad que ya no aguantan más reparaciones.
“El que quiera abrir una pizzería aquí se le hace difícil a menos que viajen y la busquen afuera”.
Actualmente existen dos tipos de vasculas en la isla, la conocida como “la pata de gallina”, de origen americano, y la llaga PM10, hecha en Cuba hace muchos años.
“Un vendedor de La Habana Vieja asegura “la pesa digital la venden por divisas o de repente se consigue con alguien que la tenga guardada de años y quiera venderla. Quien pueda viajar la compra fuera del país”.
Pesas viejas y alteradas
Ante la imposibilidad de comprar un nuevo equipo, muchos vendedores reparar los viejos, y en el proceso, muchos son alterados en perjuicio de los compradores.
Yudorkis Pedro Martinez, consumidor, “ayer compré alla abajo 10 libras de malanga y era menos de lo que decía. Muchos los arreglan para que metan más peso poniéndoles un imán o sacándole contrapeso y los preparan para robar”.
Yordan Naiva Varona, consumidor, asegura que tanto en los comercios particulares como estatales estafan a la gente. “Te venden una cantidad de libras y al llegar a la casa te falta. Algunos dicen que están luchando, pero eso es luchar, eso es robar y estafar”.
Según la Oficina Territorial de Normalización está establecido que los particulares deben verificar sus instrumentos cada 6 meses, mientras que los expendios estatales una vez por año.
Pedro Torres Muñoz, cree que habilitar la venta de estos instrumentos sería de gran beneficio para vendedores y compradores.
“Sería lo mejor para los usuarios que teniendo ellos sus pesas pudieran comprobar el pesaje y no necesitarían del instrumento de los cuentapropistas”.
Redacción Cubanos Por El Mundo/ Información de Cubanet
