Puerto Piloto, enclavado en una lengüeta de tierra protegida por los cayos Guajaba y Romano, en el archipiélago Sabana-Camagüey, se está hundiendo lento e irreversiblemente. Por ello las autoridades cubanas tienen en mente trasladar a un pueblo camagüeyano de su actual asentamiento junto al mar, a esa zona tierra adentro.
Especialistas indicaron al semanario oficialista Adelante que Puerto Piloto efectivamente se está hundiendo y no hay otro remedio “más que alejarse de la orilla del mar y repoblar los manglares, o en su defecto este desaparecerá en algunos años”.
Cuentan que este efecto se debe a los cambios climáticos que han golpeado bruscamente a la isla. Desde el calentamiento global (en Camagüey, las temperaturas mínimas anuales desde 1950 crecen en unos 2,4 grados Celsius), los cambios en el comportamiento de las lluvias, el aumento de la sequía y la subida del nivel del mar.
Andrea de Armas Rodríguez, directora del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en la provincia, explica que “para muchos de los pobladores les es difícil trasladarse del lugar donde han vivido durante años por un peligro anunciado, pero que no ve ni comprende. Sin embargo, el Gobierno está desplegando una campaña para lograr el objetivo”.
“En el caso de Piloto debemos mantener un intercambio con la comunidad. En realidad es muy bueno el entusiasmo para levantar las viviendas, pero deben volver a construirse si existen condiciones. Tiene que haber microlocalizado otro lugar con redes eléctricas, hidráulicas y todo lo que hace falta para mover a esa población. Porque sí se sabe que la primera línea de casas junto a la costa debe moverse, aunque el traslado no pueda ser en lo inmediato, buscamos condiciones”, dijo la funcionaria.
“En Camagüey resultaron afectadas al paso del huracán Irma más de 3.000 viviendas. Cuando eso se lleva a la economía, energía, comunicaciones, se llega a la conclusión de que todos los años no podemos volver a levantar viviendas”, justificó De Armas.
No obstante, algunos pobladores de la localidad están renuentes a dejar el que consideran su hogar. “El científico también debería escuchar al pescador —dicen algunos—. No creemos que el mar nos afecte ni a corto ni a largo plazo y tampoco entendemos que un pueblo como el nuestro tenga que mudarse”.
Toda el área que ocupa Puerto Piloto fue designada reserva de la biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y también sitio Ramsar (Convención relativa a los humedales de importancia internacional).
El poblado costero actualmente está formado por aisladas cabañas de pescadores y sus familias, pero según el periódico local, en épocas pasadas en la zona vivieron familias de EEUU que lo convirtieron en un balneario.
Las autoridades insisten en que los huracanes no son la única amenaza sobre la comunidad que hoy reside en Puerto Piloto. Especialistas dicen que por la superficie la elevación del mar avanza hacia la llanura del interior, el manglar retrocede y con él toda la vegetación protectora en la línea costera. Bajo tierra, el agua salobre ocupa espacios en niveles freáticos tierra adentro.
Redacción Cubanos Por el Mundo
