Grillos y cigarras, la explicación de Cuba a presuntos ataques acústicos contra diplomáticos de EEUU (+Video)

Por medio de un documental, el gobierno de la isla mostró su postura frente a las investigaciones por embates sónicos contra funcionarios de Estados Unidos y Canadá en La Habana. En la producción se asegura que entrevistaron a 20 testigos, vecinos de las supuestas víctimas, y que ninguno resultó afectado.

Cuba insistió en que “no hay evidencias” de “ataques acústicos” sobre diplomáticos de Estados Unidos en La Habana ni rastros de autores salvo quizás “grupos de cigarras y grillos”.

En un largo documental transmitido por la televisión estatal anoche, investigadores nacionales de ese hecho sugirieron que los sonidos que emiten cigarras y grillos, abundantes en la isla, pueden llegar cuando lo hacen en grupos a 90 o 95 decibeles, ruidos que pueden causar pérdidas auditivas, irritación e hipertensión en las personas.

“Hicimos también comparación de espectros de todas las señales aportadas con el espectro que grabamos y evidentemente este ruido común es muy parecido al ruido de una cigarra”, observó uno de los especialistas entrevistados por la emisora.

Agregó que esos insectos habitan en zonas costeras, rurales y urbanas a lo largo de toda Cuba “y fueron identificados en la prueba de campo realizada en áreas aledañas a las residencias de los diplomáticos estadounidenses” dañados por los ataques.

“Investigadores norteamericanos reconocen que los ruidos causados por un grupo de cigarras pueden alcanzar los 90 decibeles; mientras los producidos por los grillos pueden registrar una intensidad de 95 decibeles. En ambos casos, la exposición por tiempos prolongados a estos sonidos puede conducir a la pérdida auditiva, irritación e hipertensión”, expuso el documental citando a los expertos consultados.

Según el reportaje de la televisión estatal, la investigación cubana hasta ahora demostró la inexistencia de evidencias que indiquen la ocurrencia de los alegados ataques acústicos. “No ha sido posible establecer hipótesis investigativas sobre el origen de estos hechos, que por su naturaleza son eminentemente sensoriales y no dejan huellas, ni rastros, aspecto respaldado por los representantes de las agencias especializadas de Estados Unidos que viajaron a Cuba”, expuso.

Además tampoco se identificaron “posibles autores ni personas con motivación, intención o medios para ejecutar este tipo de acciones”. Un equipo médico nacional certificó “la imposibilidad de que estas causaran las afectaciones a la salud descritas por los diplomáticos”.

Los misteriosos ataques acústicos ocurrieron a fines de 2016 y fueron denunciados por Washington ante las autoridades cubanas “meses, semanas después” de ocurridos, dijo un oficial del Ministerio del Interior de la isla. Hasta el momento el caso ha provocado la retirada por decisión del gobierno del presidente Donald Trump de la gran mayoría de su personal diplomático en embajada de Estados Unidos en la capital cubana y una orden de que se fueran 15 funcionarios del mismo rango de Cuba en Washington. Las medidas de Trump han incluido advertencias a los ciudadanos de su país de que no viajen a la isla por “el peligro” que pueden enfrentar de sufrir ataques similares, afectando así al turismo en la isla. De acuerdo con la denuncia de Washington estos incidentes fueron el resultado de empleos de dispositivos sónicos de largo alcance y ocasionaron afectaciones a la salud de funcionarios de esa sede diplomática y sus familiares.

“En Cuba no existe este tipo de tecnología y está prohibida la importación comercial de cualquier equipamiento con estas funciones, por lo que su introducción al país solo podría realizarse de manera ilegal”, se subrayó en el reportaje de anoche. (ANSA).