El disidente Daniel Llorentes permanece en el Hospital Psiquiátrico de La Habana y la Fundación Memoria de las Víctimas del Comunismo demanda su liberación inmediata. El opositor protestó en el desfile del Primero de Mayo en Cuba con una bandera estadounidense en la plaza cívica José Martí de La Habana.
Nadie, hasta ahora, ha ofrecido información sobre la situación legal del hombre, reportó Martí Noticias. Desde su arresto, el día de la manifestación, lo trasladaron al centro clínico y allí está aislado.
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Marion Smith, en nota de prensa difundida en medios locales, dejó claro que están en la obligación “de condenar las prácticas de la psiquiatría punitiva y el encarcelamiento sin cargos”.
“Es espantoso que la dictadura comunista de Cuba sea capaz de reproducir las prácticas represivas más bárbaras de la Unión Soviética y que el mundo siga considerando como ‘reformadores’. En el siglo XXI, tenemos la obligación de condenar las prácticas de la psiquiatría punitiva y el encarcelamiento sin cargos”
Llorentes no está demente
La psiquiatría punitiva es, tal vez, el nuevo delito que le imputan a los presos políticos en Cuba. La Comisión Cubana de Derechos Humanos ha denunciado repetidamente, además, la represión selectiva contra opositores. En el caso de Daniel Llorentes, un dictamen médico elaborado en junio “declaró inexistentes los problemas de salud mental que habrían llevado a las autoridades cubanas a ingresarlo allí”.
Sin embargo, un mes más tarde un documento emitido por medicina legal señaló que Llorente es “agresivo y está enajenado”.
“Llorente se ha quejado de maltrato psicológico y violación de sus derechos. En ocasiones anteriores ha acusado al personal de salud del hospital de estar en complot con la Seguridad del Estado para mantenerlo encerrado”
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias.