En los años en que Fidel Castro estaba de amoríos con la extinta Unión Soviética, los cubanos pudieron “degustar” de una carne enlatada que garantizaba el consumo de proteínas en la dieta diaria. Los estantes estaban repletos de estas latas que pasaron a ser casi un plato tradicional en la Isla comunista.
Si la batías y sonaba era que tenía mucha grasa, si no sonaba esa “era la buena”. A más de uno se le vio acercándose la lata “made in URSS” al oído para escuchar el sonido.
Pero al caer el comunismo ruso, como muchas cosas en la Isla, la carne enlatada desapareció por un tiempo. Ahora los estantes vuelven a exhibir esta proteína pero con la ligera diferencia que ahora es hecha en Brasil.
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El pasado mes de octubre llegó un suministro especial a las bodegas del mercado racionado en varias barriadas habaneras informa 14ymedio.
Tras el paso del huracán Irma, el régimen vendió a través de la libreta latas de carne provenientes de Brasil, de la marca Oderich y a un precio de 1,50 CUP, por cada tres consumidores inscritos en el “núcleo” familiar.
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En recuerdo de aquellos años de abrazo soviético, la gente la bautizó como la “carne rusa brasileña”. Lo que una vez se tuvo tanto tiempo sobre el plato rara vez se olvida.
y tu ¿te acuerdas de la carne rusa?
Redacción Cubanos por el mundo