Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, comenzó su lucha por el poder rumbo a las elecciones presidenciales de Colombia, previstas para el año próximo. Detrás de su candidatura, el imperio castristas y el narcotráfico, mueven las cuerdas para sobrevivir políticamente en el continente. Una publicación del DiarioDeCuba así lo deja ver.
Un amplio prontuario de crímenes acumula Londoño en su historial de vida. La suma de sus delitos ante la justicia suman 164 años de condena, que ya no cumplirá tras los acuerdos de Paz suscritos en La Habana.
Pese a la manchada trayectoria del líder guerrillero, existe la posibilidad de que en su campaña electoral renazcan los discursos de izquierda, radicales, plagados de promesas de igualdad y justicia, capaz de cautivar a las clases más desfavorecidas, víctimas de la amnesia social.
Guerrillero en campaña
Según Héctor Gómez Kabariq, analista político y columnista, llamar delincuente a Timochenko es poco.
“Ha sido condenado a prisión por varios jueces por múltiples actos violentos. Todas las condenas de Timochenko suman 164 años: una condena de 34 años por el ataque contra el municipio de Gigante (Huila), otra sentencia de 25 años por el asesinato de monseñor Isaías Duarte Cancino, otra condena de 27 años por el secuestro de una excongresista en 2001, otro fallo en su contra por el cual le imputaron 40 años luego de perpetrar un atentado en 1998 contra una base militar de la Región de la Orinoquía y una última pena de 38 años por el asesinato de Consuelo Araújo Noguera”.
El periodista Carlos Alberto Montaner, entrega en su publicación respuestas a una serie de interrogantes en relación a las aspiraciones de este personaje. La primera responde a los motivos que llevaron al líder de las FARC a dejar las armas e incursionar en la política.
“porque sabía que había perdido la guerra y era cuestión de poco tiempo que los perfeccionados drones al servicio de la aviación militar colombiana liquidara a la cúpula de las FARC. La muerte violenta de Raúl Reyes, “Mono Jojoy” y Alfonso Cano, dados de baja por los bombardeos aéreos enemigos eran un exacto augurio de lo que les esperaba a todos ellos en la medida en que la tecnología de guerra y la inteligencia militar continuaran perfeccionándose”.
El especialista explicó que para aquellos días de exterminio de los líderes de las FARC el Gobierno de EEUU alcanzó a ofrecer la suma de 5 millones de dólares por su captura, lo que significó más presiones para el actual candidato presidencial.
Financiamiento y asesoría
La nueva campaña hacía la presidencia liderada por Timochenko necesitará de financiamiento y respaldo estrátegico, muchos se preguntan ¿de dónde vendrán?
Montaner está convencido que los fondos que se invertirán en esta contienda viene del narcotráfico que opera a través de las FARC.
“con los narcodólares que controlan las FARC. Es una inmensa cantidad de dinero. A las FARC se les ha llamado “el mayor cártel de la droga del planeta”. Tendrá (ya tiene) en su campo a los astutos operadores políticos cubanos (los mismos que hicieron presidente a Hugo Chávez), y a toda la izquierdería ideológica internacional como Podemos en España, Maduro y sus 40 ladrones en Venezuela y a sus compañeros del Foro de Sao Paulo”.
Montaner agrega que al igual que en los casos de Venezuela, Bolivia o Nicaragua, una vez en el poder, el líder guerrillero cambiará la Constitución para que exista la reelección indefinida y se termine ese cuento burgués de la separación de poderes o la alternancia diversa en las tareas de gobierno.
Candidato presidencial
Los integrantes de la recién constituida Fuerza Revolucionaria Alternativa del Común (FARC) inscribirán al máximo líder de la formación política Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, como su candidato presidencial para el 2018, según informó la edición digital de Radio Caracol.
El partido está a la espera de que el Consejo Nacional Electoral de Colombia les otorgue la personalidad jurídica para poder adelantar esta inscripción.
De acuerdo con el reporte de la emisora, la decisión se tomó de manera mayoritaria y aunque los miembros de las FARC saben que las posibilidades reales de llegar a la Casa de Nariño son mínimas, sí quieren empezar a contarse en las urnas.
Redacción Cubanos Por El Mundo
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