Ciego de Ávila está en crisis. Aunado a la falta de alimentos, el transporte es otra de las calamidades con la que deben lidiar los avileños, quienes sólo cuentan con 235 onmibuses de 574 que son los que necesita, informa Diario de Cuba con información de la Agencia Cubana de Noticias.
Es decir, el transporte público presenta un déficit del 50 por ciento. Mientras que de las 235 unidades estables sólo el 62 por ciento se encuentra trabajando de manera estable.
Manuel Marín Torres, subdirector de operaciones en la Empresa Provincial de Transporte de Ciego de Ávila, dijo que las causas de estas carencias están en la falta de piezas de repuesto y “la imposibilidad de comprarlos” por la diversidad de marcas (unas 40) de las guaguas.
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En el mercado internacional, las piezas alcanzan valores “muy altos” como 14.000 dólares por un motor nuevo de la firma Daewoo o 4.100 dólares si es de segunda mano.
“La reducción en el número de guaguas solo permite mover diariamente unos 72.000 viajeros por la geografía avileña, la cual cuenta con pésimos viales, que también atentan contra la vida útil del transporte”, agregó Marín Torres.
Ni un onmibus por ruta
Algunas rutas de la ciudad no pueden ser cubiertas debido a la falta de transporte. En total son 13 rutas, muchas de ellas requieren varias unidades por su alta afluencia.
El funcionario dijo que se priorizan “las rutas rurales con dos viajes de ida y vuelta” diarios y las rutas de los dos hospitales provinciales.
En estos lugares, personal de Tránsito conocido como “Los Amarillos” (por la ropa que visten) suelen detener a carros y vehículos estatales para que lleven a desconocidos.
“Responder a la señal de Pare de este personal, conocido como Los Amarillos, no es un acto voluntario ni un favor de los conductores estatales, sino imprescindible para solventar un problema para el cual todavía no hay solución”, opinó la doctora Lilianne Oliva, quien viaja todos los días desde Majagua hacia Ciego de Ávila.
Redacción Cubanos por el Mundo