Algo que parece preocuparle a la dictadura cubana es la poca presencia de empresas estadounidenses en la Feria de La Habana. Un total de 13 compañías se apostaron en un remoto sitio de un pabellón.
La inversión en Cuba va en picada, según publicó Martí Noticias. Al parecer no hay intención de negociar en la Isla en el primer año de presidencia de Donald Trump.
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El año pasado asistieron 33 empresas, esto motivado al entusiasmo reinante por la mejoría que existía en las relaciones bilaterales entre ambos países que iniciaron el expresidente Barack Obama, y Raúl Castro, en 2014.
La semana pasada cerró el evento. China asistió con una delegación récord de compañías y España llevó 150 empresas.
Desanimo
“Nunca lo había visto así de desierto”, dijo Jay Brickman, vicepresidente de Crowley Maritme Corp de Florida, quien tiene 15 años yendo a la feria.
“Hay desanimo entre los empresarios y creen que lo más conveniente es invertir en otros países”, agregó.
La distensión habría aligerado cargas y por ese motivo los estadounidenses se habrían interesado en invertir nuevamente. Se restablecieron vuelos regulares de varias aerolíneas estadounidenses entre los efectos que mayor destaca el fin del embargo comercial. Starwood maneja la administración de un hotel cubano y los operadores de cruceros como Carnival ven en Cuba como un destino.
Fin de las relaciones
El entusiasmo bajó cuando los problemas de liquidez reinantes en Cuba crearon restricciones a la hora de comercializar. El mandatario estadounidense, Donald Trump, anunció restricciones en junio pasado en materia comercial y viajes. Se prohibió hacer negocios con entidades vinculadas con las fuerzas armadas cubanas que controlan gran parte de la economía local.
“Hemos hecho tantos progresos los dos últimos años. Esto es un gran paso atrás ahora”, manifestó Carlos Gutiérrez, exsercertario de Comercio de Estados Unidos y presidente del Consejo Empresaria Cuba-EEUU.
Ataques
La crisis se incrementó por presuntos “Ataques” acústicos a diplomáticos estadounidenses radicados en La Habana. La salida de Obama frenó la legislación que permitiera a los agricultores de Estados Unidos obtener créditos para incrementar las exportaciones a Cuba.
El mandatario estadounidense ha dejado claro que no habrá cese en cuanto a las sanciones y que no levantará el embargo interpuesto en Cuba desde hace más de 50 años.
“Primero tenemos que sacar el asunto diplomático de la agenda”, dijo el comisionado de Agricultura de Luisiana, Mike Strain. Para Strain las exportaciones de alimentos estadounidenses a la Isla podrían alcanzar 1.000 millones de dólares si las relaciones se normalizan.
Avance restringido
La burocracia, escasez de divisas, las telecomunicaciones y las restricciones laborales ocasionaron que mermara el interés inicial de hacer negocios en Cuba por lo difícil que resulta avanzar. Aunque algunas empresas avanzaron hay muchas restricciones a la hora de comerciar.
Redacción Cubanos por el mundo
