Ni un paso atrás. La administración de Donald Trump ratificó las regulaciones de comercio con el régimen cubano, asegurando que los negocios no deben pasar por las manos de quienes oprimen al pueblo de Cuba.
Durante la décimotercera Feria Internacional de La Habana, Carlos Gutiérrez, exs ecretario de Comercio de EEUU, manifestó “cada día que pasa es una oportunidad pérdida donde alguien construye una marca o crea conciencia en los cubanos”.
Ahora el ex secretario aboga por la presencia de compañías estadounidense en la isla comunista; pero justo en el momento cuando copresidía la comisión de Asistencia para una Cuba Libre recomendó al entonces presidente George W. Bush endurecer el embargo comercial y financiero argumentando que mientras más apretado se encuentre el sistema más difícil será presidirlo para cualquier una sucesión dentro de la dictadura.
Trump, exhortó al régimen castrista avanzar en ese sentido, porque muchos inversionistas estadounidenses buscan invertir en Cuba.
Por otro lado, para Jeff Nelson, representante de Strategic Staffing Solution, la idea de invertir en Cuba es algo que toma mucho tiempo.
“Esto ha sido para nosotros un año y medio en el que realmente estamos aprendiendo cada vez más”.
En años anteriores los empresarios tuvieron la aprobación del Departamento del Tesoro para hacer negocios con la dictadura.
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Los tractores estadounidenses Oggun fueron pioneros e iniciaron su empuje contra el embargo.
Saúl Berenthal, empresario de tractores Oggun, recalcó: “Todo fluía muy bien con los usuarios que vinieron. La gente del Ministerio de Agricultura, los agricultores mismos y las cooperativas estaban encantadas con lo que era Oggun”.
Poco tiempo después Cuba cerró sus puertas y no permitió la implementación en la llamada Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM) y tras dos años se originó una política entre Washington y La Habana; Estados Unidos concedió mucho y el régimen castrista se atrinchero políticamente.
Redacción Cubanos por el mundo
