El régimen cubano no descansa en su afán de pisotear al cubano que intenta desesperadamente tener un poco de aire de libertad. De acuerdo con Amnistía Internacional, el sector laboral en Cuba, controlado en mayor parte por la dictadura, es utilizado como herramienta de presión para callar y amedrentar a quienes piensan distintos, informa la agencia EFE.
De acuerdo con un informe divulgado por la organización titulado “En una prisión mental”, se presentan diferentes casos de trabajadores cubanos que fueron expulsados y despedidos de manera discriminatoria.
Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI, afirma que los cubanos se sienten “asfixiados” por este mecanismo que usa el régimen castrista, y al cuál sucumben por mantener su trabajo.
“Muchas personas en Cuba se sienten asfixiadas por unos mecanismos de control estatal sobre su vida cotidiana. Parte de ese control es: si quieres mantener un empleo, tienes que estar de acuerdo con todo lo que diga el Gobierno”, señala Erika
Además ve como una “oportunidad” la salida de Raúl Castro el próximo mes de febrero, para que Cuba inicie un diálogo serio en materia de Derechos Humanos.
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“Ahora que Raúl Castro se dispone a abandonar su cargo en febrero de 2018, Cuba tiene la oportunidad de iniciar un diálogo significativo sobre derechos humanos. Es imperativo que el país empiece a hacer los cambios necesarios para que la libertad de expresión se convierta en una realidad para la población”, agrega la directiva en un comunicado de prensa.
Como Cuba es el único país en toda la región en la que no se permite que Amnistía realice visitas (la última se realizó en 1990), la organización hizo su investigación a través de más de 60 entrevistas en profundidad a migrantes cubanos en la frontera norte y sur de México.
Los entrevistados, con edades que oscilan entre los 19 y los 65 años, abarcan un “amplio rango” de profesiones, entre ellas maestros, académicos, deportistas y camareros.
Entre los testimonios recogidos por AI se encuentra el de una mujer, ex empleada de un comercio, que en 2011 había pasado ocho meses en prisión por “adquirir ilegalmente carne de res”, antes de que un juez la absolviera tras concluir que no había pruebas suficientes para detenerla.
Otros testimonios
Amnistía Internacional revela también el testimonio de Jorge Luis, un campeón deportivo que luego de denunciar en la televisión estatal que el régimen no financia el deporte, este comenzó a ser excluido de las competencias.
Otro de los entrevistados, un ex agente de la Seguridad del Estado cuyo trabajo consistía en infiltrarse en lugares de trabajo para denunciar a trabajadores, dijo a AI que “En Cuba todo es ilegal”.
Otro hombre de 31 años que había tratado de salir de Cuba seis veces por mar y que luego había visto negado su acceso al empleo y había sido acosado por la policía se preguntó: “¿Para qué vas a contratar un abogado si el abogado es del mismo Gobierno?.
Redacción Cubanos por el Mundo