“Yo trabajé desde que nací y ahora me jubilé con 242 pesos que no alcanzan para nada”, asegura una jubilada cubana, desde su humilde vivienda, en la que sobrevive cada día sorteando toda clase de limitaciones que van desde su tratamiento médico, hasta cómo estirar el poco dinero que percibe, para poder comer todos los días.
Los ancianos confesaron sus pesares, quienes llegados a la jubilación, no la han podido disfrutar desde la tranquilidad de su vejez, agobiados por las enfermedades y el afán de subsistir a la pobreza que oprime a los isleños, mucho más inclemente con las personas de la tercera edad.
Muchos de los consultados coincidieron en que la edad de jubilación en Cuba es muy alta, lo que obliga a muchos trabajadores a laborar enfermos o a incumplir el lapso establecido para el retiro.
“Una persona a esa edad ya no sirve, pero debe seguir trabajando para poderse jubilar. Si fuera un poquito más bajita la edad, la gente pudiera gozar de más salud y ver los beneficios de jubilarse”.
Edades de jubilación
Las edades de retiro oficiales en Cuba son 60 para las mujeres y 65 para los hombres, mientras que el promedio de vida se ubica en los 75 años.
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“No se cumple en muchos casos con el tiempo de jubilación porque la mayoría estamos enfermos y no podemos, yo por ejemplo soy diabética desde los 32 años. Muchos de los que se jubilan ya no tienen salud ni ganas para disfrutarla”, declaró una jubilada.
Chequeras insuficientes
Una de las ancianas consultadas, de 64 años, asegura que no es justo para un trabajador que dedicó toda su vida a una institución llegar a su vejez con una chequera de 242 pesos, siendo más baja en algunos casos. Destacó que un jubilado no sólo come, también se viste y requiere tratamientos médicos por su obvia condición de vejez.
“Para un jubilado que se sacrificó tanto trabajando menos de 500 pesos no debería ser su paga. Todo está caro y la chequera no nos alcanza para nada, ni si quiera para la comida, si no fuese por mis hijos ya me hubiese muerto”.
Otros entrevistados confesaron que basta con salir a comprar comida para en ese sólo día, gastar los 200 pesos y llegar a la casa “sin saber qué va a cocinar”.
Redacción Cubanos Por El Mundo
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