El mercado negro es una realidad latente en Cuba, los ciudadanos pueden encontrar en él los productos que escasean en la Isla o artículos de primera necesidad que les hagan faltan, pero este mercado está conformado por los mismos superiores para lucrarse personalmente.
El día que desaparezca el robo al Estado, la corrupción y el mercado negro, se cae la revolución, expresó un economista identificado como Igor en un reportaje de Martí Noticias
En Cuba existen dos tipos de mercado negro. El que es abastecido por instituciones estatales y el de carácter privado, abastecido por mulas con artículos adquiridos en el extranjero.
Uno de ellos es la pizzería estatal El Encanto, en el barrio La Víbora, donde sus registros aseguran que a diario lo que más vende el negocio son deliciosos platos inspirados en la comida italiana y donde destaca la pizza.
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Pero quien visita el local se da cuenta que es una total mentira y que encontrara solo pizza “no muy buena” y un kiosko que vende cigarros y cerveza. Actualmente los dueños del local, Julio y José, residen en Estados Unidos, pero conversaron con el diario Martí Noticias.
Julio expresó que hasta la policía trabajaba con ellos para vender los productos que el estado le suministraba al pizzería como queso, puré de tomate, aceite, harina, para venderlos en el mercado negro y lucrarse aún más.
El negocio era un batazo. Tú reportabas producciones fantasmas y vendías la materia prima, expresó el hombre
Explicó que la policía se dedicaba ocupar o decomisar la carne de res que se robaba en los mataderos y luego se las vendía a buen precio.
La clave del robo (de donde sale casi todo lo que se oferta en el mercado subterráneo), es tener una buena pluma, un contador o económico que pueda enmascarar el facho
Este tipo de venta clandestina existe desde que la revolución de Fidel Castro llegará en 1960 y generara escasez y desabastecimiento.
Igor, el economista entrevistado en el reportaje, calcula que el mercado negro estatal mueve miles de millones de pesos anuales. En el futuro, cuando se haga un estudio serio, se sabrán cifras exactas.
En su opinión, nueve de cada diez centros fabriles, gastronómicos o turísticos, entre otros, roban recursos del Estado que posteriormente son vendidos en el mercado clandestino.
Otra forma que encuentran de lucrarse con el mercado negro son con las ayudas que llegan al país, por ejemplo, Roger, también entrevistado por Martí Noticias, expresó que ya tiene vendidos dos colchones de los que llegaron para los damnificados por el huracán Irma.
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La corrupción, la burocracia y el mercado negro ya se han arraigado en la vida cotidiana de los cubanos. El régimen controla toda la sociedad, toda la información y pretende controlar también toda la economía, incluida la privada.
La cultura de robarle al Estado y el mercado negro, se han convertido en una especie de anticuerpo que tienen muchos ciudadanos para poder defenderse del modelo gansteril que durante más de medio siglo se gesta en el país.
Redacción Cubanos por el Mundo
