Volar en avión, ver grandes construcciones, recorrer anaqueles de mercados llenos y probar la exquisita comida de un hotel en Trinidad y Tobago puede sorprender a cualquier cubano, pero ver una gran cantidad de gente en el aeropuerto y caminar por calles limpias, fue lo que más sorprendió a Alexander Rodríguez Antiesteban, opositor cubano desde hace 10 años, quien viajó por primera vez fuera de su país natal para un curso de superación personal.
Rodríguez Antiesteban, “sintió dolor” al recordar el hambre con el que viven sus familiares y vecinos mientras el contexto turístico de Trinidad y Tobago le brindaba “lujos” y le comprobaban con hechos que el capitalismo, aunque los diarios oficialistas cubanos digan que es lo peor que existe en el planeta, le ofrece a los ciudadanos del mundo todo lo contrario a la miseria que viven en Cuba.
El padre de familia, campesino del pueblo Los Negritos, provincia de Holguín; siembra maíz, atiende ganado y repara colchones para vivir, pero también es defensor de los derechos humanos.
Le ha costado caro ser opositor puesto que ha sido maltratado varias veces por la policía política al reclamar agua y comida para su pueblo; ha estado preso en calabozos por querer ejercer el periodismo.
Rodríguez Antiesteban de regreso a Cuba aseguró que debe estar en el país para participar en el cambio hacia la democracia y para contarles a los vecinos lo que hacen los gobiernos del mundo en aras de los ciudadanos. Para contarle a su gente que el bienestar, el progreso y la libertad son reales en cualquier parte del mundo.
Redacción Cubanos por el Mundo