Luego de una semana de fuertes enfrentamientos por el control de Saná, la capital de Yemen; rebeldes chiíes asesinaron a su antiguo aliado Ali Abdullah Saleh, expresidente del país durante 30 años, según reseña AP.
La fractura de la alianza entre el expresidente y las fuerzas rebeldes Chiíes en Yemen, aceleraron los violencia en medio de los tres años de guerra civil.
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Un video en redes sociales mostró el presunto cadáver de Saleh. Era lanzado en la cabina de una camioneta por hombres que gritaban en su idioma “dios es grande”. Luego funcionarios hutíes confirmaron la muerte.
Violencia
En un país pobre y al borde de la violencia, la muerte de Saleh fue confirmada por personal del presidente Abed Rabbo Mansour Hadi; único reconocido por otros países y además por dos de los compañeros de lucha del expresidente.
“El líder de la traición ha muerto”, dijo la televisora hutí al-Masriah.
El rumor de que el expresidente Saleh estaba en conversaciones con representantes de presidente Hadi fue lo que provocó la ruptura de la alianza con los rebelde hutíes quienes ofrecieron su arsenal militar y personal para tomar el control de Saná en 2014 y empezar allí la guerra civil para hacerse del poder.
Luego de la muerte de Saleh, las fuerzas del gobierno reconocido internacionalmente pretenden avanzar hacia Saná esperando que este quiebre impida que los leales a Saleh se unan a sus asesinos para luchar.
Los yemeníes de Saná se resguardaron en sótanos. Al tiempo que se producía la violencia que paralizó las acciones humanitarias, según señala la AP.
Redacción Cubanos por el Mundo
