La decisión del cubano Guillermo Rigondeaux de detener el combate ante Vasyl Lomachenko por una lesión en la mano no convenció a casi nadie “ni el edificio ni en las redes sociales”, según reseñó el periodista Brian Mazique de la revista Forbes.
En el séptimo asalto Rigondeaux le dijo a su esquina que no iba a seguir con su combate ante Lomachenko.
“No le importó nada, no salió en el séptimo aquejado de una lesión en su muñeca, aunque su inferioridad estaba siendo clara. Su abandono recuerda a otros que también se produjeron en grandes carteles”.
El artículo de Forbes destaca que se han presenciado combates con “fractura de mandíbulas, manos y otras lesiones” y que no se puede juzgar el dolor personal, pero le es difícil aceptar el fallo del cubano.
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De igual forma explica que desde inicios del combate se demostró “el movimiento superior, la velocidad de la mano y las habilidades de boxeo de Lomachenko” y el cubano “no pudo encontrar ninguna respuesta y recurrió a la posesión excesiva y otras tácticas sucias”.
Rigondeaux es el segundo luchador de clase mundial en negarse a continuar contra Lomachenko, el primero fue Nicholas Walters en 2016.
Redacción Cubanos por el Mundo
