Cuando una mujer es golpeada por su marido en Cuba, no es procesado como un delito de violencia de género, sino como un escándalo público en el que son multados ambos cónyuges.
Bajo este principio el grave problema de la violencia de género, su magnitud y consecuencias en las familias cubanas son desconocidas. Investigadores nacionales, confesaron que en la isla poco se ha investigado sobre esa problemática, según reporte del Diario de Cuba.
Con cada vez más casos y más difíciles de ocultar, Mariela Castro Espín, hija del general Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), no tuvo más opción que reconocer “la falta de atención legal” hacia las víctimas de violencia de género en la isla.
Durante un taller coordinado por el CENESEX, Arlín Pérez Duharte especialista en la materia, evidenció la falta de protecciones legales a la víctima en el derecho penal cubano actual y en consecuencia una forma de violencia más a la que se somete a las víctimas: la violencia institucional.
Laritza Diversent, abogada independiente del Centro de Información Legal Cubalex, señaló que las leyes cubanas, en lugar de penar los casos de violencia contra la mujer, los fomentan.
Legalmente ausente
En Cuba, la víctima de violencia de género, como sujeto de derecho, no puede participar del proceso penal que va desde la colección de pruebas, pasando por la fase decisoria de la Fiscalía y llegando hasta el juicio oral.
Además la víctima es sólo testigo en el juicio y no tiene derecho a impugnar.
Pérez Duharte, puntualizó que las mujeres víctimas de maltrato, deberían tener categorías especiales, para evitar la revictimización. De acuerdo con las leyes cubanas vigentes sólo los menores y adolescentes, tienen categorías especiales.
Pérez Duharte, agregó que la victima debe tener derecho a contar los hechos como parte de un juicio justo para ella porque sólo ella sabe el daño que le han ocasionado. Por otro lado, el daño moral que tampoco tiene acceso a acusar por el daño moral recibido a pesar de estar expresada en la ley penal.
“Una de las causas de que no se acuse por daño moral es la poca relevancia otorgada como acto que restituya la dignidad de las personas”.
Según un reciente reporte del diario oficial Granma el primer acercamiento a la problemática ocurrió a través de una encuesta realizada en 9 mil 958 hogares de la isla en 2014. De eso hace tres años y no hay más datos al respecto.
Redacción Cubanos por el Mundo
