La educación gratuita en Cuba significaría, en la realidad, que un estudiante acudiera a clases sin tener que costear las reparaciones de las escuelas y sus equipos, sin necesidad de darle regalías a los “metodólogos” para obtener una buena evaluación o sin tener que preocuparse por los uniformes y zapatos que exigen los centros a los alumnos.
“Toda la lindura y sobrecumplimientos que esos burócratas ponen en sus informes, y que después replican en los noticieros, son costeados por nuestros bolsillos. Y a eso hay que sumar los regalos por el día del maestro y los presenticos cada vez que se aparecen los dichosos metodólogos”, asegura Dalia Navarrete, una representante de una escuela secundaria en Centro Habana, en una reseña de Martí Noticias.
Piden para todo
La inversión que deben desembolsillar las familias durante la permanencia de sus hijos en las escuelas comprende aportes para la adquisición o reparación de ventiladores, lámparas, pintura, pago para la reparación de ventanas y puertas en las aulas, entre otras necesidades que van surgiendo en el día a día.
“La educación gratuita es solo apariencias” reitera.
Además de los “regalitos”, los padres deben hacer malabares con los escasos recursos que devengan, al igual que cualquier cubano en la Isla, para la compra forzosa de uniformes escolares, de mochilas, merenderos y calzados.
Metodólogos contentos
Natalia Zaldívar, madre de un estudiante de preuniversitario, compartió parte de su experiencia al concluir una reunión de padres.
“Resulta que en el Pre también tenemos que hacer aportes para comprar regalitos a las visitas metodológicas. Creí que eso solo se estilaba en la primaria y la secundaria”.
La acusación de Zaldívar es corroborada por Maribel, maestra de una escuela primaria en Habana Vieja, quien accedió a declarar bajo anonimato.
“El propósito de estas regalías, que solo beneficia a directivos y al claustro de profesores, es comprar las valoraciones de excelente o de buena por el desempeño docente del centro”.
“La educación tal vez sea gratuita, pero el curso escolar cuesta un ojo de la cara”; señala Gustavo Cougle, padre de dos mellizos que estudian en una secundaria básica de Nuevo Vedado.
Así como en la ciencia ficción, “la educación es gratuita en Cuba”. De seguro los medios oficiales seguirán jactándose de ello, aunque en la cruda realidad, lo único gratis en las escuelas cubanas es el adoctrinamiento.
Redacción Cubanos Por El Mundo