Más incertidumbre que esperanza. Eso fue lo que dejó el reporte económico que ofreció el ministro castrista de esa área, Ricardo Cabrisas ante el pleno de la Asamblea Nacional, quien aseguró que el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un alza del 1,6 por ciento.
De acuerdo con varios economistas entrevistados por el portal 14ymedio, dichas cifras carecen de credibilidad y la calificaron de “improbable” ya que la vida del cubano sigue igual de mal.
Cabrisas atribuyó el crecimiento a la construcción (+2,8%), el turismo (+4,4%), el transporte (+3%) y la agricultura (+3%). Los resultados de 2017 marcarían una recuperación con respecto al año anterior, cuando la crisis venezolana llevó a La Habana a reconocer que la economía se contrajo en -0,9%.
La economistas Karina Gálvez, del centro de Estudios Convivencia en Pinar del Río, expresó que el PIB no sólo se refleja en números sino en la posibilidad que tienen las familias de adquirir productos y servicios
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“No hay un crecimiento perceptible para las personas, Si se le pregunta a cualquier cubano qué ha significado ese crecimiento para sus bolsillos responderá que nada”.
Por su parte, Emilio Morales, y director de The Havana Consulting Group en Miami, alega que el desempeño de la economía cubana “fue malo”.
“La disminución de las exportaciones, los bajos precios del níquel y del azúcar y la falta de liquidez fueron algunos de los principales problemas, a los que se suman la falta de pago a los proveedores habituales de mercancías y la baja productividad”.
Así mismo calificó de “grave” el abandono de la petrolera venezolana PDVSA en la refinería de Cienfuegos, ya que genera cierta incógnita sobre el futuro de dicha infraestructura.
“La crisis venezolana ha generado una gran incertidumbre en el sector energético de la economía cubana. El acercamiento ruso se debe solo a un interés geopolítico. Moscú no está dispuesta a subsidiar la economía cubana como lo hizo la Unión Soviética”.
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Redacción Cubanos por el Mundo