El modelo económico y social cubano la prohíbe, pero en cambio el Partido Comunista y la Asamblea Nacional del Poder Popular, no sólo la permiten, sino que se comprometen a regularla. Se trata de la riqueza de personas naturales o jurídicas no estatales, para la cual el régimen después de 60 años en el poder, emprende ciertas medidas que cambian las reglas del juego.
En Cuba la regulación de la riqueza lícita fue aprobada, pero nunca se supo cuales serían las condiciones. Habían dos opciones: mecanismos económicos como los impuestos o métodos administrativos como los cierres y las prohibiciones.
Marino Murillo, vicepresidente del Consejo de Ministros y miembro del Consejo de Estado Cubano, durante la reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, anunció una serie de medidas que apuntan a la segunda opción, lo que el escritor cubano Orlando Freire Santana en una reseña de Diario de Cuba cataloga como “un ataque frontal contra la riqueza lícita que puedan obtener los actores no estatales de la economía”.
Nuevas medidas
No se permitirá que los trabajadores por cuenta propia posean más de una licencia, por lo que solo podrán ejercer una actividad.
“Semejante disposición frenará los altos ingresos que, por ejemplo, obtenían los propietarios simultáneos de bares y restaurantes paladares, porque en adelante, o se poseerá un bar, o se poseerá una paladar”, explicó Freire Santana.
A las cooperativas no agropecuarias, se le limitan los ingresos máximos que puedan recibir sus asociados. Con la nueva medida el cooperativista que más gane no puede recibir un ingreso que represente más del triple de lo que percibe el asociado que menos gane.
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“Ambas restricciones van en contra de cualquier modificación económica que anime a los emprendedores y al mismo tiempo afecta a la sociedad productiva. Los ejemplos de China y Vietnam sirven para corroborar que lo contrario es lo que debe de hacerse”, detalló Freire Santana.
Por otro lado, Freire Santana, fustigó los anuncios de Murillo puesto que a su juicio en Cuba “los gobernantes se esfuerzan más por evitar la riqueza que por combatir la pobreza”.
Concluyó que tal como en Cuba antes de la era Deng Xiao Ping: “Con tal de evitar que un puñado de chinos conduzcan autos lujosos, los gobernantes habían condenado a mil millones de personas a andar en bicicletas”.
Redacción Cubanos por el Mundo