Sobrepasó el río Tumen para llegar a China y desertar, lo detuvieron en Shenyang, lo extraditaron a Corea del Norte y cuando estaba esperando en su celda para ser interrogado por sus compatriotas, el militar norcoreano tomó veneno para quitarse la vida.
Al mismo estilo de terrorista de película de acción, el norcoreano Hyun Cheol Huh, de unos 50 años, prefirió morir antes que revelar datos sobre los motivos para desertar, los nombres de quienes le habrían ayudado y cuál era su ruta de fuga.
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Su identidad, aunque no está confirmada porque la Seguridad del Estado norcoreano usa números o nombres falsos cuando se refiere a personas importantes bajo su custodia, se incluye entre una larga lista de desertores que han llegado a China para escapar del régimen.
Hyun Cheol Huh era un investigador del sector nuclear de Academia Estatal de Ciencias en Pionyang que fue detenido el pasado 4 de noviembre junto con un grupo de científicos norcoreanos y enviado a Corea del Norte el 17 del mismo mes, según la emisora estadounidense RFA citada en el reporte de Actualidad RT.
La fuente que declaró a RFA sin revelar su identidad, aseguró que el desertor se tomó vacaciones y fue a visitar a sus familiares, que viven cerca de la frontera, sin avisarles y sin contar con los permisos válidos para viajar.
“Cuando supo que las autoridades lo estaban buscando, simplemente desapareció”, comentó.
Una vez detenido por las autoridades en China el desertor no reveló que era científico nuclear.
“Si el gobierno de China hubiera sabido que lo era, habrían deseado a conocer que sabía y nunca lo habría repatriado”, opina la fuente.
Presión
La tensión internacional en torno al programa nuclear de Corea del Norte se reactivó a finales de noviembre, cuando Piongyang, tras dos meses y medio de relativa tranquilidad, realizó una prueba de su misil balístico intercontinental Hwaseong-15.
Este nuevo tipo de misil voló durante 53 minutos, alcanzó una altura de 4.475 kilómetros y cubrió una distancia de 950 kilómetros. Tras su exitosa prueba, Corea del Norte anunció que el Hwaseong-15 puede llevar una ojiva nuclear y es capaz de alcanzar cualquier parte del territorio estadounidense.
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No es descabellado creer que en medio de tanta presión un hombre de 50 años, aún con todos los conocimientos y las relaciones que pueda tener, desee una vida más tranquila, lejos de los afanes y las guerras. Eso y la casi segura tortura que recibiría para que delatara a otros funcionarios que desertaron pudo haber sido detonante para tomar la decisión del suicidio.
Redacción Cubanos por el Mundo
