A Kim Jong Un, jefe de Corea del Norte, no le importan las sanciones de la Organización de Naciones Unidas a su país o sus desarrolladores de tecnología nuclear. Su propósito de año es completar una fuerza nuclear estatal y así lo dejó ver en su discurso de Año Nuevo según reseña la agencia EFE.
“Este año debemos centrarnos en la producción masiva de ojivas nucleares y misiles balísticos y acelerar su despliegue”, anunció el líder norcoreano.
Aseguró que Corea del Norte se convirtió en una potencia nuclear en 2017 y se comprometió a incrementar la producción de armas atómicas y de misiles balísticos para 2018.
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Jong Un, destacó que la capacidad atómica de su país es una limitante para Estados Unidos que actualmente no se atreverá a iniciar una guerra, puesto que Corea del Norte tiene preparado un arsenal sólo para ser usado cuando exista una amenaza de invasión o un ataque.
“Esto es una realidad, no una amenaza. Siempre hay un botón nuclear en mi escritorio”, advirtió Kim Jong Un.
Justificaciones
Para trabajar en misiles de destrucción nuclear, Pyongyang se ampara en la necesidad de buscar un equilibrio de poder con Washington, contra el que se ha mostrado más hostil desde que Donald Trump es presidente.
A diferencia del tono amenazante usado por Jong Un para con Washington, sobre Corea del Sur se mostró conciliador y asomó que el camino del diálogo está abierto.
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“Cuando se trata de las relaciones Norte-Sur, debemos reducir las tensiones militares en la península coreana para crear un entorno pacífico”, dijo el líder norcoreano, quien dejó ver que Seúl debería alinearse a él y no a las amenazas de paz de Estados Unidos.
Tomado como una iniciativa formal y como muestra de diplomacia, el líder norcoreano informó que su país está dispuesto a enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018, puesto que según recalcó que los JJ.OO invernales se celebran en el año del 70 aniversario de la fundación de Corea del Norte, fecha importante para las dos Coreas.
Redacción Cubanos por el Mundo