Como parte de una estrategia para neutralizar las protestas en una fecha en la que se celebra otro aniversario de la llegada del régimen al poder, la dictadura de Raúl Castro lleva a la cárcel a los que se declaran activistas por la exigencia de los derechos humanos y el cambio.
Ese es el caso de los tres opositores que protestaron el 26 de julio pasado desde la terraza de la Catedral de Santiago de Cuba, quienes luego de ser liberados el pasado el 18 de octubre, fueron citados a la comandancia de la policía el 29 de diciembre y allí encarcelados de nuevo por portar unas manillas blancas que dicen cambio, según reseña de Martí Noticias.
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Los hermanos Leonardo y Alberto Ramírez Odio, miembros del Comité de Ciudadanos Defensores de los Derechos Humanos y su padre Alberto de la Caridad Ramírez Baró, aun permanecen detenidos en los calabozos de la jefatura policial a la que se presentaron respondiendo a una citación para supuestamente “devolverle algunas pertenencias que les habían sido ocupadas en un registro”.
Rafael Odio Vega, familiar de los activistas, informó que el teniente coronel “Alexander”, jefe de Enfrentamiento a la Subversión que no es más que un cargo para la represión contra opositores pacíficos, les dijo que por haber acudido a la cita portando unas manillas blancas que dicen cambio, quedarían detenidos por 96 horas, pero aún no han sido liberados.
Precedente
Los hermanos Leonardo y Alberto Ramírez Odio, miembros del Comité de Ciudadanos Defensores de los Derechos Humanos, fueron detenidos el 26 de julio de 2017 tras manifestarse gritando consignas de “Abajo la dictadura” y portar letreros en los que exigían democracia y libertad para el pueblo de Cuba.
El padre de los jóvenes, el también opositor Alberto de la Caridad Ramírez Baró, fue arrestado cuando filmaba la protesta.
Redacción Cubanos por el Mundo
