Temas como el “mercado mayorista, importación con carácter comercial por parte de personas naturales, fiscalidad, las licencias y su alcance y la necesidad de mantener espacios de diálogo”, se trataron en una reunión de dos horas entre altos directos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y dos cuentrapopistas cubanos.
El hecho inédito y necesario para plantear inquietudes y dudas sobre las medidas tomadas recientemente por el Gobierno respecto a este incipiente sector privado, tuvo lugar una vez que 43 cuentapropistas enviaran el pasado 21 de agosto una carta a las autoridades para pedirles un encuentro, según reseña Diario de Cuba.
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Oniel Díaz, uno de los cuentapropistas que se reunión con los oficiales del ministerio, informó en su cuenta de Facebook que, junto a Marta Deus, utilizaron el tiempo de la reunión para desarrollar los seis puntos fundamentales en los que se basó la carta.
Destacó que las autoridades les informaron que sí volverán a otorgar licencias después de la suspensión anunciada producto de una serie de medidas tomas que el pasado 1 de agosto. Y que el trabajo sólo disminuye a partir de que se fusionan varias que eran afines.
“Ambas partes hablamos con transparencia y escuchamos con interés. Un encuentro de coincidencias y discrepancias. Un espacio que pretendemos ampliar y defender”, señaló Díaz en su perfil de Facebook.
Marta Deus explicó que “al ser un primer encuentro quisimos escuchar y no crear polémica desde el primer momento y fue respetado. Debatimos sobre el tono sobre el que se habla sobre el sector privado en la Asamblea Nacional, por ejemplo”.
Puntos neurálgicos
Díaz señaló que el punto central de discrepancia fue la emisión o alcance de las licencias debido a la reciente decisión de otorgar sólo una licencia por persona y sobre la posibilidad de realización de actividades que el Estado no necesite intervenir en términos de proveer materiales.
“Lo que se debería establecer es un listado de actividades prohibidas por razones fundamentadas y dar un mayor margen para la realización de otras actividades”, precisó el joven.
Por su parte Deus explicó que “también se habló de por qué no dejar que los cuentapropistas identifiquen necesidades en la sociedad y creen negocios en base a ello”.
“En todo caso decir que en sectores como salud o educación u otro no se permitirá la creación de empresas privadas, pero el resto, descentralizar”.
Sobre el tema de las materias primas, según Díaz, las autoridades dijeron que “son del criterio de que la economía nacional tienen que garantizar la asignación de recursos para la realización de las actividades autorizadas si no se crean situaciones que pueden conducir a la realización de trabajos con materias primas e insumos ilegales”.
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En cuanto a la autorización de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), Díaz explicó que los funcionarios “las ven como una organización ya más compleja que llevará un tratamiento diferente desde todo punto de vista pero que obviamente no es competencia únicamente del MTSS. Que un mayor alcance en cuanto a participación privada en actividades económicas vendrá de la mano de las PYMES”.
Respeto
Díaz lamentó que en los medios de comunicación se refiera al trabajo por cuenta propia en el aspecto negativo, mientras que sobre las empresas estatales sólo se habla en positivo.
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“Sólo mencionan aspectos negativos, que si se viola el fisco, que si se daban casos de corrupción, que si se usan materias primas ilegales, etc. Creemos que el tema lleva un enfoque diferente, más abierto y práctico. Que hay muchos buenos ejemplos para socializar donde se ha generado empleo, prosperidad, responsabilidad para con el entorno. Y que sí se van a poner también hechos negativos pues no se haga a través de generalizaciones sino con ejemplos puntuales. También queremos ver los malos ejemplos de las empresas estatales”, agregó.
Ser cuentapropista en Cuba es ser un comerciante privado en el resto del mundo, pero el régimen no lo reconoce como tal. Por ello ese tímido sector se encuentra maniatado por las disposiciones estatales y tiene poco margen de desarrollo.
Tanto así que con la excusa de existen irregularidades en los procedimientos la dictadura paralizó en agosto la entrega de nuevos permisos a cuentapropistas de determinadas actividades y luego noviembre volvió a autorizarlos, pero sólo “con carácter excepcional durante la etapa de recuperación de la infraestructura turística afectada” tras el huracán Irma y circunscritos a ciertas actividades como construcción y transporte y carga.
En innumerables oportunidades el régimen arremete en contra de los contrapopistas. Según datos oficiales sólo en 2016 en la provincia de Santa Clara el Gobierno confiscó bienes a 239 trabajadores del sector privado y les ocupó más de 10 mil 800 artículos de plomería y ferretería, efectos electrodomésticos y un millón 123 mil 996 pesos cubanos.
“Cuba es el único país del mundo que persigue la riqueza y no la pobreza”, lamenta el economista Omar Everleny Pérez.
Redacción Cubanos por el Mundo
