Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, mejor conocidos como los “narcosobrinos” del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fueron trasladados al complejo federal de prisiones Coleman, el más grande a cargo de la Oficina Federal de Prisiones de los Estados Unidos, esto luego de ser condenados a 18 años de prisión por intentar ingresar 850 kilos de cocaína a territorio estadounidense, informa Diario Las Américas.
Campo Flores y Flores de Freitas se encuentran específicamente en el Coleman Low, la prisión masculina de seguridad mínima, que cuenta con una población de dos mil 80 reclusos.
El complejo de prisiones se encuentra a unos 70 kilómetros de distancia de la ciudad de Orlando, lo que equivale aproximadamente a una hora de viaje
Su día a día
Según detalla el manual informativo de Coleman Low, será el oficial del centro de control quien anuncie por unidad de vivienda (el equivalente a las celdas) el inicio del movimiento en la prisión.
La actividad comienza a las seis de la mañana y culmina a las nueve de la noche. Durante las 15 horas de movimiento permitido los reclusos tendrán la oportunidad de comer, recrearse, educarse, recibir atención médica, recibir medicamentos por prescripción, trabajar (aquellos que tengan trabajos asignados) asearse y lavar su ropa.
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También tendrán tiempo de ir a la comisaría de la prisión, una tienda donde pueden adquirir bienes e insumos que no son provistos por la prisión. Los internos no pueden usar dinero en el penal, por lo tanto el envío de dinero para el consumo en la comisaría debe provenir de familiares o conocidos.
Todos los días la población reclusa será censada cinco veces al día (12:01 am, 3:00 am, 5:00 am, 4:00 pm y 9:00 pm) los fines de semana y feriados federales son contados seis veces (12:01 am, 3:00 am, 5:00 am, 10:00 am 4:00 pm y 9:00 pm). Los reclusos deben estar en su cubículo asignado durante el recuento oficial, excepto cuando se encuentren trabajando o recibiendo visitas.
Campo Flores y Flores de Freitas iniciaron recientemente la apelación de la sentencia emitida el pasado mes de diciembre por el Juez Paul Crotty. El proceso de impugnación podría tardar un año.
Redacción Cubanos por el Mundo
