El sol no puede taparse con un dedo. El Granma tampoco puede encubrir tanta verdad, aunque se esfuerce. Las mentiras tienen patas cortas, y en algún momento, quedan desnudas, como algunas afirmaciones hechas por el medio oficial del Partido Comunista de Cuba.
Un compilado hecho por Tania Díaz Castro, para Cubanet, resalta alguna de ellas. El 14 de febrero de 1991 el medio oficial declaró que “Cuba es un país agrícola subdesarrollado”, anulando las reiteradas presunciones del régimen y sus súbditos sobre una nación potencia, libre y soberana.
Mientras que el 16 de febrero de 2006, un reportaje titulado “El viejo dilema de la basura”, también se reconoció que La Habana “era la ciudad más sucia del país”. El texto señalaba que “La higiene comunal de la urbe cubana no goza de buena salud y aunque duela, es considerada por muchos de sus moradores como la ciudad más sucia del país”.
Otra publicación del periodista Ariel Terrero Escalante, del 29 de diciembre de 2017, asiente a la idea de que el modelo económico socialista de Cuba no funciona. O sea, que no funciona porque “trabajadores por cuenta propia, incluidos los más afines a formas empresariales privadas, miran sus negocios con incertidumbre cada mañana por la ventana”, dice la nota.
Cuestionamientos
El análisis del periodista, tras once años del mandato de Raúl Castro, comienza preguntándose cuánto ha cambiado Cuba desde que emprendió el proceso de actualización del modelo económico y social, implantado por Raúl hace casi diez años. Él mismo se responde: “La respuesta puede ser tan difícil como las vallas por saltar aún en ese camino”.
“El análisis económico de Ariel es una bofetada al triunfalismo que se lee a diario en Granma, a cargo de sus periodistas oficialistas, dóciles y disciplinados, para no buscarse problemas con la dictadura castrista. Pero todo parece indicar que Ariel Terrero está por encima de eso y expone sus criterios sin miedo alguno, sabe Dios por qué señala Díaz Castro.
Ariel profundiza su análisis en el Granma, al mencionar el difícil dilema de suprimir una de las dos monedas que existen en el país, que tendría que ver no sólo con los precios y con el ingreso de las personas, sino además con la capacidad de compra del salario. Finaliza atribuyendo el caos económico a los desaciertos de los economistas.
“No, amigo, la culpa no es de los economistas, que como locos, no saben ya qué hacer. Lo mejor es que todos entiendan lo que Winston Churchill explicó en todos sus detalles ‘El comunismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia, la prédica de la envidia y su distribución inherente es la distribución igualitaria de la miseria’” respondió Díaz Castro.
Redacción Cubanos Por El Mundo
