El sueño de democracia y libertad de los cubanos los hace pensar en las posibles opciones para reconstruir el país luego de la caída del régimen. Sólo invertir su tiempo en repasar las posibilidades ya es admirable, por el hecho de haber vivido 60 años entre las promesas fracasadas del comunismo y la insistencia ideológica de los opresores.
El periodista Iván García, hizo el trabajo creativo, investigativo e imaginativo y lo compartió en un artículo de Martí Noticias porque cree que “a pesar del discurso triunfalista del régimen, el barco hace agua y sería un crimen dejar que termine de hundirse sin intentar buscar soluciones”.
A su juicio una forma sensata de reconstruir la patria sería pactar con los cubanos que han emigrado, pedirles que vuelvan a la Isla para que juntos reconstruyan los cimientos de su tierra natal.
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Pero asegura que al menos el 95 por ciento de los cubanos en el exilio a quien le comentó su idea, respondió que no volvería bajo ningún concepto a Cuba, aunque podrían ayudar “en lo que se pueda” desde su actual lugar de residencia.
Sólo aquellos muy comprometidos políticamente confesaron que lo dejarían todo y regresarían a reconstruir la tierra donde nacieron ellos, sus padres y abuelos. Ellos dan muestra de que a nadie le puede interesar más la suerte de Cuba que a los cubanos.
Razones
La razón primordial de su negativa a volver es el trato del régimen a la hora de su salida. Para García, los emigrantes cubanos que debieron aceptar tratos degradantes del régimen, merecen una disculpa.
“Tendría que ser con ciertos requisitos, entre ellos una disculpa pública del régimen por su deplorable actitud ante los cubanos que un día decidimos emigrar y vivir en democracia. Es lo primero que pediría para regresar y trabajar por mi país”, asegura Ana Gálvez exiliada de 72 años.
Gálvez, estuvo ocho meses recogiendo boniatos, yucas y calabazas en una empresa agropecuaria estatal en las afueras de La Habana antes de poder marcharse a Estados Unidos en 1971.
“Nos trataban como si fuéramos reclusos o esclavos. La comida daba asco. Teníamos que trabajar doce y trece horas diarias. Entonces, era la única forma de que la dictadura te firmara la carta de libertad”, recordaba Gálvez, con lágrimas en los ojos.
La experiencia obtenida durante todos los años de trabajo en Florida la convertirían en una pieza fundamental en una futura reconstrucción del sector energético cubano, pero no está dispuesta a regresar a Cuba.
El afamado músico y compositor Jorge Luis Piloto tampoco lo haría. Él decidió marcharse en 1980 por el Puerto del Mariel. Había llegado a la capital con 15 años procedente de Cárdenas, Matanzas. Y aunque en La Habana una canción suya ganó un premio en el Concurso Adolfo Guzmán, no era un tipo ‘confiable’ para el régimen.
A él y a otros 125 mil cubanos que emigraron por el Mariel, Fidel Castro, los llamó ‘escorias’ y ‘gusanos’. Ordenó en su contra actos de repudio neofascistas donde turbas populares acosaban a la gente gritándoles ofensas y calumnias, tirándole huevos y golpeando al que pudieran.
“Que en 2018 podamos viajar a Cuba sin pedir permiso y con un proceso en camino de democratización, pero con justicia social para todos. La Cuba que soñó Martí”, fue el deseo de Piloto a los cubanos.
A muchos otros, Fidel Castro los expulsó de su patria por pensar diferente y oponerse al estado de cosas, por ello la casi totalidad de los cubanos que han triunfado en Miami sólo ayudarían desde la distancia.
Requerimientos
Un país descapitalizado como Cuba no sólo va a necesitar profesionales, ayuda financiera y poderosas inversiones en infraestructuras, sino también mano de obra, gente con experiencia y un corazón llenos de ganas para invertir lo que les quede de vida en levantar su patria.
Se debe empezar por reconstruir los cimientos de la economía nacional, pero eso no podrá darse sin una visión que esté fuera de la doctrina del castrismo y allí es donde entran los exiliados y desterrados.
Si la dictadura pensara en eso seguro dejaría de ver a los cubanos emigrados como un negocio y los empezaría a tratar como el principal activo de la reconstrucción nacional, pero eso ya es mucho pedir.
Redacción Cubanos por el Mundo
