El objetivo era una mujer pertorriqueña en Orlando enmarañada en un lío de celos, no otra. A pesar de que la tenían identificada, los asesinos fallaron. Es que tres sicarios boricuas, reseña el Nuevo Herald, asesinaron a la mujer equivocada.
Janice Zengotita-Torres estaba en el lugar erróneo. A la madre puertorriqueña de 42 años la secuestraron, golpearon y asfixiaron.
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El cadáver lo abandonaron en una carretera de Ormond Beach, de acuerdo con reportes de la Policía del Condado Osceola.
Los agentes anunciaron el viernes los arrestos de Ishnar Marie López, Alexis Ramos y Glorianmarie Quiñones Montes.
“López contrató a sus dos compatriotas para cometer el asesinato debido a un drama sentimental: no podía tolerar que el hombre a quien amaba estuviera enamorado de otra”
Los sospechosos confesaron el crimen tras su arresto. Hacía poco tiempo que se habían mudado de Puerto Rico al área central de la Florida, sostuvo el alguacil Russ Gibson en una conferencia de prensa.
Así planearon el crimen
Ramos y Quiñones son pareja. Ambos rastrearon el domingo pasado a la víctima hasta el almacén de descuentos Ross Dress For Less en el centro comercial The Loop, “cerca de Kissimmee, un área a la que han llegado miles de boricuas desplazados por las consecuencias del huracán María“.
Pensaron, erróneamente, que se trataba del blanco del complot amoroso.
No obstante, la mujer que salió en aquel momento de la tienda no era el objetivo.
La siguieron hasta su vivienda. Una vez allí, la obligaron a entrar en su vehículo. Condujeron hasta un apartamento cerca del famoso The Mall at Millenia en Orlando. “Para entonces, ya sabían que no era el blanco“, y aun así, continuaron.
La ataron con corbatas y luego cubrieron su cabeza con cinta adhesiva y bolsas de basura. Ramos golpeó a la mujer. La dejó inconsciente. Mientras, Quiñones la asfixiaba con las bolsas de basura.
Y entonces ocurrió: trasladaron el cadáver de Zengotita-Torres y lo lanzaron en un área apartada de Ormond Beach.
La víctima original tiembla ahora de miedo. No duerme. Piensa en los sicarios boricuas. La policía le ofreció ayuda y protección.
Redacción Cubanos por el Mundo.
