La “internacionalización” de un médico cubano no está asociada a su excelencia profesional, sino más bien a la sumisión y al haber demostrado total incondicionalidad al régimen. Una vez que se cumple con el perfil de esclavo, salir del país, aunque sea mal pagado y explotado, significa un avance para los galenos. Por décadas, el régimen cubano se ha beneficiado con la venta de los servicios médicos que prestan, sin embargo, sus tareas internacionales van mucho más allá a la de atender pacientes.
“La dictadura ha integrado una fuerza política internacional con su mayor fuente de ingresos, organizada con personas sometidas, a las que usa en adoctrinamiento, infiltración, inteligencia, control social, movilizaciones y seguridad, cobrando miles de millones de dólares por los servicios profesionales con los que encubre su intervención. Los médicos esclavos son las “fuerzas de ocupación castrochavista”, asegura Carlos Sánchez Berzaín, en publicación de Diario Las Américas.
NOTICIAS RELACIONADAS: Bolivia: Denuncian que médicos cubanos no cuentan con formación suficiente
El analista señala que al menos en las dictaduras de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, la figura de los médicos cubanos son de vital importancia por los fines operativos que desarrollan dentro de las labores políticas. Actualmente Brasil, Chile, al igual que otros países del Petrocaribe, están bajo esta influencia.
Calidad cuestionada
Es muy cierto que en casi todos los países donde ha incursionado el personal médico cubano, su intervención ha sido antecedida por protestas gremiales de los profesionales locales. Además de esto, la prensa crítica en muchas ocasiones ha denunciado la informalidad y poca calidad de los servicios prestados por los galenos en los centros médicos estatales. Aún así siguen presentes.
“Sus capacidades profesionales han sido observadas y cuestionadas, pero pese a crear conflictos con profesionales locales y tener incluso casos de mala práctica han sido impuestos con el pretexto de “cooperación” por las actividades políticas y operativas que cumplen”, señala Sánchez.
Según explica son ubicados generalmente en zonas populares y rurales con el pretexto de falta de servicios que irán a cubrir y se incorporan a la comunidad. Una vez sembrados en el corazón de la pobreza, hacen adoctrinamiento y propaganda para el régimen, así como campaña contra quienes identifiquen como “enemigos del cambio o de la revolución”, tareas de identificación de resistencia o liderazgos democráticos, reclutamiento y organización política.
“Cumplen tareas de información e inteligencia y cuando hay conflicto son grupos operativos”.
Aumentan fugas
Los médicos cubanos en el exterior, víctimas del esclavismo y de la explotación marginalmente remunerada, son forzados a producir divisas para la dictadura que les roba su trabajo. Divisas que otros países, bajo influencia castrocomunista, pagan con intenciones que trascienden al supuesto “beneficio social” derivado de la atención médica.
Para el analista, esta represión a la que son sometidos los galenos, los está llevando al límite, siendo cada vez mayor la cantidad de desertores que piden refugio en otros países tratando de escapar de las garras de las dictaduras.
“Lo prueban las fugas de Venezuela y Bolivia y las revueltas de los médicos cubanos en Brasil denunciadas por The New York Times bajo el título “te cansas de ser un esclavo. Los médicos cubanos trabajan por y para el régimen en 24 países de América Latina y el Caribe”.
Redacción Cubanos Por El Mundo
