Raidel García Otero de 29 años, se encuentra en estado de coma tras ser víctima de una negligencia médica en una prisión preventiva de La Habana, según informaron familiares del paciente y reseñado por el periodista Juan Juan Almeida de Martí Noticias.
El joven permanecía arrestado en el Penal de Valle Grande desde el pasado 27 de octubre. Al parecer padece una enfermedad que le ocasiona inflamación en los órganos vitales.
El pasado 15 enero, sus padres, quienes trabajan para la administración del diario oficialista Juventud Rebelde, se preocuparon al no recibir la llamada habitual que le hacía su hijo los lunes, al intentar contactar los carceleros le informaron que el joven tenía catarro.
El penal de Valle Grande pertenece al Departamento de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior, se encuentra ubicada en Arroyo Arenas, en la periferia habanera.
OTRAS NOTICIAS: Denuncian que joven cubano con SIDA falleció por negligencia médica
Una fuerte cercana a la familia informó que unos compañeros de Raidel llamaron a la familia y los alertó sobre lo que estaba ocurriendo.
“Sus padres fueron al penal pero no recibieron información y tampoco le permitieron verlo”, relató
La fuente dijo que no fue hasta el viernes de esa semana que llamaron del penal para avisar que el joven estaba ingresado en el Hospital Salvador Allende, antigua Quinta Covadonga, en el municipio Cerro.
El 19 de enero el joven recluso fue trasladado en críticas condiciones dessde la prisión de Valle Grande hasta la Covadonga.
La información obtenida del hospital, el paciente debe haber estado en tal situación desde al menos 4 o 5 días antes, considerando las condiciones en que llegó allí.
DE SU INTERÉS: Cubana denuncia negligencia médica y judicial tras la muerte de su esposo
Casos similares
Según Almeida este no sería el primer caso de negligencia que se posa sobre el centro penitenciario. El pasado marzo de 2010 se reportó la muerte del preso Pedro Márquez Bell por falta de una adecuada atención médica; también se hizo público el testimonio del entonces recluso Raúl García Ramos, quien a pesar de reclamar atención especializada por una aguda cirrosis hepática y cáncer de esófago, siempre se le negó la asistencia.
Lejos de solucionarse, las reclamaciones y protestas de los convictos solo parecen agravar la realidad.
Se desconoce si los padres de García Otero presentarán alguna demanda, aunque existen suficientes elementos para presentar denuncias de carácter civil y penal contra las autoridades y los médicos del centro penitenciario.
Redacción Cubanos por el Mundo