Al menos 15 jóvenes entre 13 y 23 años se reunían sin motivo aparente en un refugio soterrado o inmueble abandonado de la secundaria básica 26 de Julio y ahora las autoridades mandaron a juicio a ocho de ellos, los mayores de edad, por presunta corrupción de menores, según reporte de 14ymedio.
La Fiscalía de Camagüey pide para los mayores de edad, entre nueve y 20 años de cárcel alegando que en el lugar donde se encontraban entre enero y marzo de 2017, para hacer “fiestas”, se consumía marihuana y se mantenían relaciones sexuales. Los padres temen que una sentencia ejemplarizante para evitar situaciones similares en otras escuelas de la ciudad.
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A los ocho mayores de entre 16 y 23 años se les imputan delitos de producción, demanda, tráfico, distribución y tenencia ilícitas de drogas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas y otras de efectos similares, además del de corrupción de menores. Se les inició el juicio a puerta cerrada y en medio de un fuerte despliegue policial, el pasado día 18 de enero.
Mayores de edad
En Cuba la edad mínima para ser juzgado es de 16 años y el delito de corrupción de menores está descrito en el Código Penal como el acto de utilizar ‘a una persona menor de 16 años de edad, de uno u otro sexo, en el ejercicio de la prostitución o en la práctica de actos de corrupción, pornográfica, heterosexuales u homosexuales, u otras conductas'”.
Los jóvenes juzgados habían sido también alumnos de la escuela 26 de julio. Los profesores del centro educativo aseguran que no fueron malos estudiantes, “ninguno repitió de grado y algunos de sus padres cooperaron con las actividades docentes”.
Los acusados rechazaron los cargos en el juicio y negaron tener relación alguna con las drogas “que no fueron encontradas por la policía”. Uno de los testigos del caso fue multado por el Tribunal por “haberse apartado del testimonio inicial al no confirmar parte de las imputaciones contra los jóvenes”.
Algunos vecinos del centro de la secundaria aseguraron que “no vieron nada extraño” en las fechas en que presuntamente se cometieron los delitos. Y los profesores aseguraron que como todo el tiempo sale y entran jóvenes, no se percató nada extraño.
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Yasser un adolescente de 16 años que sabe del caso opinó que “pasan estas cosas porque los jóvenes no tenemos lugares recreativos interesantes al acceso de nuestros bolsillos. Ahora la secundaria está muy controlada y la policía se ha puesto muy nerviosa”.
Se espera que la sentencia sea dictada en los próximos días.
Redacción Cubanos por el Mundo
