No importa sin son “almendrones”, Ladas o Ford del años 1956, “El Ruso” puede elaborar cualquier pieza de goma para mantenerlos rodando. Esa es la magia con la que se mantienen los vehículos en Cuba, viejos o nuevos, ante la falta de repuestos en los talleres estatales y el deterioro de las calles.
Y es que si las calles estuvieran en buen estado las reparaciones no fuesen tantas, pero según cifras oficiales al menos el 76 por ciento de las carreteras del Cuba presenta un estado técnico “de regular a malo” y por ello cada auto debe pasar por que “El Ruso” una o dos veces al año, para hacer nuevos calzos de goma o reparar la dirección, según reporte de CubaNet.
“Ni la marca de automóvil ni el modelo importan, si me traes la muestra te lo hago igualito. Llevo más de 30 años en esto y he fabricado desde una junta para bomba de freno de un Audi moderno hasta un calzo de amortiguador de un Chevrolet del año 48”, cuenta “El Ruso” mientras trabaja en su taller en Mayabeque.
Gracias a personas como este hombre autodidacta y emprendedor de 60 años de edad es que se mantienen en la carretera muchos vehículos y motocicletas en Cuba.
Experiencia
¿Sus herramientas? Un viejo machete, una cuchilla bien afilada y un arcaico motor eléctrico adaptado junto a instrumentos de medición.
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¿Sus materiales? Neumáticos de tractores y ruedas macizas de vehículos como montacargas y equipos agrícolas que las consigue mayormente en los basureros, o se las llevan sus amigos y clientes que prefieren llevarlas al taller en donde consiguen solución para su vehículo antes de botarlas a la basura.
En las mejores oportunidades ha tenido en su taller ruedas de goma de equipos militares llevadas como forma de pago algunos jefes de la Fuerzas Armadas y o el Ministerio del Interior a quienes también se le rompen los vehículos y tampoco consiguen repuestos.
El Ruso asegura que su mayor clientela son “Los almendrones”, los autos de la década del 50 y anteriores, que llegan recurrentemente a su taller por la cantidad de adaptaciones e inventos que tienen para poder rodar”. Sin embargo afirma que “los autos rusos como los Ladas son clientes fijos”, porque tampoco tienen repuestos.
Increíblemente las patrullas de la policía también carecen de repuestos y por ello terminan en su taller. Ellas en su mayoría son autos rusos de la década de 1980.
“Aquí casi todos los días llegan de diferentes lugares; algunos ya vienen recomendados por otros policías o militares que les he dado servicio anteriormente, ya me conocen y cuando voy en mi carro ni me paran, y si lo hacen es para pedirme alguna de las piezas que fabrico”, agrega El Ruso.
Jorge González, un taxista conocido en la Isla con el término “botero”, que cubre la ruta de Santiago de las Vegas a La Habana, aseguró que son sólo 20 pesos en moneda nacional vuelve a rodar sin problemas en menos de una hora.
“Siempre tengo trabajo porque no hay buje de goma ni dirección que aguante los baches y el mal estado de las calles y carreteras”, finaliza “El Ruso”.
Redacción Cubanos por el Mundo
