El equipo del Centro de Información Legal (Cubalex) sigue adelante con su trabajo pese a que el régimen lo obligó al exilio en el año 2016. Reorganizada, la disidencia cubana emprende una nueva lucha desde los Estados Unidos contra los abusos de la dictadura castrista. La tarea se hace cuesta arriba debido a las limitaciones en el acceso a Internet en la Isla, donde además las redes sociales son usadas como vías de denuncias, que no se formalizan ante instancias internacionales.
“Las redes sociales, a pesar de ser la forma más utilizada por los activistas para denunciar violaciones de derechos humanos (DDHH) y llamar la atención de la opinión pública, no son la vía adecuada para lograr llamar la atención de organismos internacionales de derechos humanos, que puedan incidir en el Gobierno. Estos organismos no utilizan las redes sociales como fuente de información”, asegura la directora de Cubalex, Laritza Diversent, a Diario de Cuba.
Según explicó, ante los abusos oficiales es necesario documentar y elaborar las denuncias, para enviarlas a los entes internacionales. Si bien las denuncias en redes deben mantenerse, mejorando las estrategias de publicación para dar más información acerca de lo denunciado, éstas deben trascender a la fugacidad de las redes.
“Buscamos lograr que los activistas en Cuba entiendan la importancia de denunciar a nivel internacional, las violaciones de derechos humanos de los que son víctimas. Hasta el momento, no hemos logrado que muchos denuncien la represión a que son sometidos. El récord de denuncias por violación de derechos humanos contra el Gobierno cubano ante organismos internacionales es sumamente bajo” alega Diversent.
Familia en riesgo
Cubalex se registró en el estado de Tennessee en los EEUU tras ser desintegrado por las autoridades en la Isla. Actualmente el equipo trabaja online porque sus miembros residen en diferentes estados, la mayoría en Pennsylvania. La mayoría, desarrolla su labor y salen adelante en medio del gran dolor y la nostalgia de extrañar su tierra, secuestrada por la intolerancia y barbarie del régimen. Una barbarie que los mantiene en vilo, aún en la distancia, mediante el asedio a sus familiares como represalia a su labor crítica.
“Mientras sigamos haciendo el mismo trabajo que en Cuba, molesto al Gobierno y que sigue dando resultados —incidir en organismos internacionales de derechos humanos y visibilizar la situación del país—, nuestros familiares en Cuba estarán en riesgo. Es una de las formas de castigo que mejor utiliza el régimen. Hay que reconocerlo, son efectivos. Estamos impotentes ante esa situación”, confesó la directora de Cubalex.
Sobre DDHH
Según señala la activista de Cubalex, una de las principales dificultades con los activistas en Cuba es que se apeguen a las recomendaciones para documentar los casos de violaciones de sus derechos.
“Estamos conscientes del desconocimiento dentro de la sociedad civil cubana de los mecanismos de denuncia de violación de los derechos humanos a nivel interno e internacional. Esto impide desarrollar estrategias para mitigar los riesgos y amenazas sobre las actividades que realizan”.
Precisó que en agosto del 2016, la organización preparó una serie de cursos básicos sobre derechos humanos para impartir a activistas de organizaciones aliadas. Se invitaron formalmente a 13 organizaciones, pero solo respondieron diez, de las cuales siete nombraron un representante para que asistieran al curso. Confirmaron la asistencia seis, pero el curso se impartió con tres personas.
“Significa que no es solo el desconocimiento, también es la falta de interés”, concluyó Diversent.
Redacción Cubanos Por El Mundo
