Ya han pasado cinco años desde que el huracán Sandy golpeó la región oriental de Cuba, dejando miles de damnificados a quienes el régimen les prometió ayuda que iban desde viviendas dignas, alimentos y trabajo.
Pero desde aquél fatídico octubre de 2012, ninguna de esas promesas se han visto cumplidas, y hoy las familias afectadas ruegan por algo de ayuda que les permita subsanar sus necesidades.
La Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), denuncia el mal estado en el que viven algunas personas y la poca atención que reciben por parte del régimen.
Bleny Peregrín Hechevarría, es un campesino residente en Mayarí, municipio Segundo Frente quien describió las condiciones infrahumanas en que vive, junto a su esposa con una dolencia que le impide caminar debido a los fuertes dolores en las articulaciones.
La “casa” donde vive carece de servicio sanitario, por lo que deben acudir a sus vecinos.
Anuncios del régimen
En 2013, al cumplirse un año del paso del devastador fenómeno natural, el diario oficial Granma reconoció que por lo menos 92 mil 426 damnificados, seguían esperando por una ayuda gubernamental.
Además, un análisis del órgano oficial del Partido Comunista de Cuba admitió que algunos hechos de corrupción permitieron desviar materiales de construcción donados por otros países para el enriquecimiento de algunos pocos.
“Deficiencias en el control de los materiales y actuaciones indignas, han propiciado violaciones de lo establecido, y actos delictivos, enfrentados con el máximo rigor”, asintió la prensa oficial.
Redacción Cubanos por el Mundo