A las dificultades productivas que han dejado los huracanes y las lluvias en los sectores del tabaco y el cacao, se suma la merma en la producción de azúcar, cuya exportación fue cancelada este mes por el régimen, que a duras penas puede cumplir con la demanda local. El problema se acentuó cuando la fuerza de Irma arrasó los cautivos en septiembre pasado.
“Ahora, de 53 centrales previstos (para operaciones), solo muelen 29, y de ellos 14 están paralizados por lluvia. El plan apenas se cumple al 31 por ciento y el rendimiento industrial al 88 por ciento”, declaró Orlando Celso García, presidente de AZCUBA, al diario oficial Juventud Rebelde.
No obstante, sostuvo que se trabaja por garantizar el azúcar del consumo interno del país y se gestiona un tratamiento que cubra las pérdidas por fuerza mayor.
El funcionario indicó que el sector azucarero se esfuerza para compensar el alto tiempo industrial perdido y para arrancar los centrales cuando las condiciones de humedad lo permitan. La reprogramación de la zafra, teniendo en cuenta vinculaciones entre centrales y provincias, es otra de las estrategias que se siguen, para minimizar pérdidas en medio de esta situación.
Tabaco en riesgo
En Holguín, la campaña tabacalera, que comenzó desde el 10 de octubre, se mantiene en “veremos” ya que sólo se ha podido plantar el 20 por ciento de lo planificado, de un total de 250 hectáreas.
La posibilidad que tenían los tabacaleros era sembrar a finales de diciembre y principios de enero, donde regularmente no hay lluvias, pero el clima los sorprendió impidiendo por completo cumplir la meta.
Además, se proyectó un alargamiento de la campaña por al menos otro mes, hasta febrero. Pero las lluvias continúan incesantes, deteriorando los semilleros nuevos y diezmando casi la totalidad de lo plantado. La situación se ha tornado muy crítica.
Redacción Cubanos Por El Mundo