Una familia en Nueva Zelanda pasó el susto de su vida. Todos disfrutaban de un día de relajación en la Bahía Enclosure, cuando de pronto ven dos enormes aletas negras que salen del agua. Se trataba de una pareja de orcas o ballenas asesinas, que entraron al balneario buscando comida.
En ese momento todos salieron del agua ya que pensaban que se trataba de unos tiburones, excepto dos niños que se encontraban más alejados y no escucharon el llamado desesperado de sus padres.
Los menores lograron ver las enormes sombras que se movían en el agua y nadaron lo más rápido que pudieron, mientras las orcas nadaban en su dirección.
El momento de tensión llegó cuando los animales estaban a pocos metros de los niños, pero afortunadamente no les prestaron atención y decidieron regresar al mar.
El hombre que filmaba todo este evento, afirmó que “al principio, todo lo que vi fue una aleta en el agua y pensé que un tiburón había entrado en la bahía. Me di cuenta de que era una ballena y no un tiburón”
Redacción Cubanos por el Mundo