A las puertas de una crisis más profunda, el régimen emprendió una angustiosa misión para “pescar” inversionistas extranjeros que ayuden a paliar los problemas económicos de la Isla. Entre sus acciones más inmediatas está la divulgación de cifras maquilladas, desmentidas por analistas y por la experiencia de cualquier ciudadano de a pie, y la conformación de un equipo para captar a empresarios que no estén en la “lista negra” de acreedores a la espera de pagos.
“(…) existe un equipo encargado de buscar aquellos posibles inversionistas que estarían dispuestos a aportar capital y que no están prejuiciados y desconocen lo que está sucediendo (…), empresarios que más tarde van a ingresar en esa lista negra porque no hay manera de pagarles ni ahora ni dentro de diez años”, señaló un funcionario del Ministerio de Comercio Exterior vinculado a la oficina para la inversión extranjera, a Cubanet.
Según la fuente la deuda con los inversionistas está rondando hoy los 1300 millones de dólares, una deuda que abarca a más de dos mil nombres de estos “intocables”, término empleado para advertir a las empresas estatales que no deben realizar nuevos contratos con dichas empresas.
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El tema es analizado por las autoridades en importantes reuniones realizadas durante las últimas semanas y que fueron convocadas de manera extraordinaria por la máxima dirección del país. Funcionarios han afirmado bajo anonimato que las cifras públicas no se corresponden con la realidad y que los informes han sido manipulados para ofrecer una imagen atractiva para los inversionistas extranjeros.
La lista negra
Según el funcionario de Comercio Exterior, la deuda con los inversionistas está rondando hoy los 1300 millones de dólares, sin contar aquellas deudas que han podido renegociarse y que pudieran duplicar la cifra.
“Son datos que se mantienen censurados, que ni siquiera pasan a los informes oficiales porque espantarían a cualquiera. Se ha elaborado una lista donde están aquellas personas y empresas extranjeras con las cuales se han adquirido deudas imposibles de respaldar, es como una especie de guía de consulta, una lista negra para que ninguna otra empresa estatal realice nuevos contratos con esos empresarios”.
Empresas en picada
Mientras que, otro funcionario del Ministerio de Finanzas teme que durante 2018 más de un centenar de empresas estatales pudieran desaparecer o ser absorbidas por otras en el segundo semestre por la insuficiente rentabilidad mostrada en los últimos cinco años.
“Más de cien empresas, de las fundamentales, no mostraron ningún tipo de crecimiento con respecto al año anterior, empresas que ni siquiera pueden asumir los pagos de salarios a los trabajadores (…), otras empresas, como las del Mariel (Zona Especial de Desarrollo) que mostraron índices positivos en los primeros meses de 2017 y finales de 2016, hoy están en retroceso y el éxodo de trabajadores se ha disparado a más del 30 por ciento”.
A pesar del anuncio oficial de un crecimiento económico de 1.6 en 2017, las cifras no cuajan con la realidad ni con los análisis de los expertos en la materia. Mientras tanto, el régimen seguirá buscando oxígeno, un consuelo financiero para sus arcas que le permita ganar tiempo y mantenerse en pie por algún tiempo más, y así poder cocinar nuevas estrategias que le permitan seguir perpetuándose en el poder dentro y fuera de Cuba.
Redacción Cubanos Por El Mundo
