Hace un año, Nuevo Laredo, México, fue escenario de una fuerte crisis migratoria cubana luego de que Estados Unidos derogara la política Pies secos/Pies mojados, dejando a miles de isleños en un limbo migratorio.
Muchos dormían en las calles y plazas ya que los albergues para inmigrantes estaban copados. Pero hoy el alcalde de la ciudad, Enrique Rivas, anunció que de los casi mil 500 cubanos que habían en aquel entonces, ya sólo quedan unos 20 o 30, según informa el diario El Mañana.
El burgomaestre afirmó que el 98 por ciento de los migrantes cubanos que llegaron a Nuevo Laredo ya no se encuentran allí, algunos lograron internarse en los Estados Unidos, otros decidieron establecerse en México, pero un porcentaje mínimo se quedó en la ciudad fronteriza.
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El edil nuevolarense refirió que los centenares de cubanos pasaban la mayor parte del tiempo apostados en las cercanías de los cruces fronterizos en espera de ser atendidos por autoridades migratorias y así definir su ingreso al vecino país del norte.
“La presencia excesiva que tuvimos de cubanos se volvió un problema social porque teníamos que apoyarlos, pero gracias a organizaciones civiles y religiosas pudimos proporcionarles alimentos, ropa e incluso atención medica”, dijo.
La crisis migratoria cubana de los últimos años, llamó la atención de mundo ya que iba desde Ecuador hasta México, pasando por Colombia, Panamá y Costa Rica.
En principio los cubanos se vieron complicados cuando Nicaragua cerró sus fronteras para evitar el paso de los caribeños, luego vino el final del beneficio migratorio.
Redacción Cubanos por el Mundo