Un enfermo en las prisiones cubanas es, a lo sumo, una molestia, una carga que irrita a los custodios. Una penosa realidad denunciada en reiteradas ocasiones por sus víctimas, a las que no se les ofrece atención médica y lo que sí se garantiza son golpizas y humillaciones de todo tipo. Félix Núñez Ibarra, recluido en la cárcel de Guamajal en Santa Clara, es testigo de ello. Según relata Ángel Santiesteban, para Cubanet.
El recluso cuenta como en medio de su malestar físico recibió malos tratos en lugar de atención médica, y se le acusó de fingir los síntomas que le provocaban tener la presión alta. Los guardias, molestos, le aseguraron que estaban hartos de acompañarlo en sus visitas al médico.
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Al repartir los medicamentos de cada noche, Núñez tomó los suyos, teniendo como testigo al suboficial Genny Mejía, quien se le acercó, y de repente, lo abofeteó hasta tumbarlo, en cuya caída se golpeó la cabeza.
“Félix cayó al suelo sin conocimiento y los gendarmes dijeron que fingía, y volvieron a golpear el cuerpo desmadejado que, forzosamente, yacía en el suelo. El zarandeo le advirtió luego que estaba en una celda de castigo, y que la razón del escarmiento tenía que ver con el hecho de que el recluso “escondía psicofármacos que vendía luego a otros presos” explica el escritor.
Pura maldad
Al día siguiente, tras una noche de dolores y agonía en la celda de castigo, le preguntaron al preso qué indisciplina había cometido. Casi ahogado con su propio llanto, explicó que por su hipertensión tenía diagnosticado que el captopril fuera depositado debajo de la lengua, el supuesto motivo usado para castigarlo.
El oficial que le hizo la pregunta averiguó con el médico que lo acompañaba y confirmo la información. Mientras tanto, el suboficial Genny Mejía levantó los hombros y dijo que todo era muy sospechoso y que Félix no se explicó a tiempo. Fue entonces cuando indicaron que lo llevaran de vuelta al destacamento.
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“Lo hizo el mismo Genny, quien no abandonó su sonrisa sarcástica durante el tiempo que acompañó al preso en el recorrido desde la celda hasta el destacamento. Así viven los presos que desafían a la dictadura” explica Santiesteban.
Otros casos
El 1 de enero, a través de un video divulgado por la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), se denunció que la muerte de Yuniel Cabrera Álvarez, preso y paciente de VIH en la prisión de San José, fue por falta de atención médica.
La víctima murió un día después de participar en el audiovisual, donde su compañero y también paciente de VIH, Darián Martínez Durañón, denunció sus precarias condiciones.
En noviembre pasado, el joven Ramón Garbey Hinojosa falleció tras pasar un año en el mismo centro de detención para enfermos de VIH-Sida. Sus familiares denunciaron falta de atención médica en prisión, donde dijeron “lo tenían aislado, cogió tuberculosis y no le informaron que tenía hepatitis C”.
La Unión Patriótica de Cuba señaló que en lo que va de año ha recibido más de 50 denuncias de muertos en prisiones cubanas, en la mayoría de los casos por falta de atención médica.
Redacción Cubanos Por El Mundo
