Un texto de Mario Félix Lleonart Barroso da cuenta de las experiencias que en 2017 Cuba pasó en materia de libertades religiosas: décadas de violaciones al libre culto.
Cada palabra expuesta allí y publicada hoy por Martí Noticias evidencia “la falta de respeto a la vida religiosa del pueblo, aplicando a rajatabla un modelo muy similar al de China”.
La verdad es que al régimen le preocupa lo que cubanos crean. Sabe, en el fondo, que no puede ejercer controles en la mente de un ciudadano. Y también sabe que el crecimiento de prácticas religiosas en la isla nada lo para.
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En busa de métodos se censura, China se erige como la la salida. Como muestra del empeño del Estado en seguir patrones asiáticos, un botón:
“Si China tiene su Administración del Estado para las Atenciones Religiosas (SARA), Cuba tiene su Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos (OAAR); si China tiene su Three-Self Patriotic Movement (TSMP) Cuba tiene su Consejo de Iglesias de Cuba (CIC)”
El pastor evangélico que firma el texto y que vive exiliado desde 2016 en Estados Unidos, asegura en sus reflexiones que el sistema castrista “aplica lo que denomina como su Operación Disuasión”.
Mediante esta, trata de “guiar” a los creyentes que asisten a iglesias no autorizadas a las que el Estado controla y manipula, reza el escrito.
“El Estado de Cuba intenta mantener bajo su control a todas las manifestaciones de la vida religiosa, intentando coaccionar y chantajear a quienes poseen reconocimiento legal en el Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia (MINJUS)”
Cuando el opresor reina
En 1992, la Constitución cubana se transformó: cambió su carácter de atea a laica.
Lo que siguió, de acuerdo con la reflexión, fue “una copia al calco del sistema chino para la represión religiosa que se ha ido sofisticando hasta hoy“. Otra muestra es cada institución similar a las de China en Cuba.
La represión contra iglesias no autorizadas por el Estado se ha extendido por toda la isla. El años pasado alcanzó su punto máximo.
“Todos los domingos de 2017 al grupo femenino conocido como Damas de Blanco se le impidió asistir a misa. Detuvieron a las mujeres miembros de manera violenta, al salir de sus casas, constantemente vigiladas; o en algún punto antes de llegar a las iglesias”
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Para el pastor, las “organizaciones que dentro de la isla o en el mundo se especializan en condenar las violaciones a libertades religiosas deberían tomar en cuenta también esta categoría e incluir casos como el de la pastora Joanna Colombie Grave de Peralta, egresada del Seminario Evangélico de Teología (SET) de Matanzas y cuya iglesia independiente en su propia casa en Céspedes, Camagüey, fue objeto de toda clase de censuras”.
También, durante el 2017, el acoso contra el Centro de Estudios Convivencia, Think tank, de inspiración católica, dirigido por Dagoberto Valdés, se acentuó. Expropiaron su sede.
El resto del texto continúa exponiendo la cantidad de violaciones al libre culto en Cuba. Asegura que no se trata de “casos aislados.
“Según un reportaje de Andrea Rodríguez de AP, los evangélicos crecen en Cuba. Pareciera ser la norma en el panorama religioso cubano que puede resumirse en dos tristes palabras que golpean a todas las confesiones cubanas: auto represión o represión”
Redacción Cubanos por el Mundo.
