Un avión ruso de la aerolínea Saratov Airlines, se precipitó en una zona a las afueras de Moscú, dejando un saldo fatal de 71 personas muertas, según informa la agencia Reuters.
La aeronave se dirigía a la ciudad de Orsk, a unos mil 500 kilómetros de la capital.
Hasta los momentos se desconocen los motivos del accidente. Los expertos tienen tres hipótesis, e las que resaltan las condiciones climáticas, los errores humanos y la situación técnica del avión. La tripulación de la aeronave no envió ninguna señal de socorro.
Los restos humanos y el fuselaje de la nave quedaron esparcidos en un radio de un kilómetros. Algunos testigos afirman que vieron una gran bola de fuego caer desde el cielo, sin embargo expertos alegan que el avión no se incendió en el aire.
El presidente ruso Vladimir Putin, ordenó una comisión especial para investigar a fondo que fue lo que sucedió con la nave y los motivos de su accidente.
En condiciones
De acuerdo con un comunicado emitido por la aerolínea, el avión pasó todas las pruebas de revisión y estaba certificado para volar.
La nave que fue fabricada en 2010, llevaba 65 pasajeros y seis tripulantes. La lista de pasajeros mostró que había muchos jóvenes a bordo, entre ellos una niña de cinco años.
La revisión, conocida “chequeo tipo C”, se realiza cada dos años e incluye, entre otras cosas, “la revisión del motor, el fuselaje y las alas”, señaló en el comunicado difundido por la compañía, reportó EFE.
La aeronave, además, superó la revisión de mantenimiento obligatoria que se debe hacer antes de cada vuelo “sin que se detectará ningún fallo”, agregó la aerolínea.
La tripulación del fatídico vuelo regular entre Moscú y la ciudad de Orsk, en el sur de los Urales, acababa de empezar su turno.
Redacción Cubanos por el Mundo